El Tesoro Público acaba de anunciar que su objetivo es captar entre 2.250 y 3.250 millones de euros en la subasta de letras a tres y seis meses que celebrará mañana. La última subasta de este tipo de deuda se saldó con éxito, después de que España colocara casi el máximo previsto reduciendo el interés que paga a los inversores.
En aquella emisión, celebrada el pasado 24 de mayo, España colocó 2.300 millones de euros y, para ello, pagó una rentabilidad del 1,41% por adjudicar las letras a tres meses y un 1,79% por las letras a seis meses. Ambos intereses estuvieron por debajo de los de la anterior subasta de este tipo de papel, que fue muy bien acogido por los inversores.
No obstante, el Tesoro no tendrá el camino fácil en la subasta de mañana, ya que la falta de acuerdo en Europa para solucionar los problemas griegos están castigando con fuerza a la bolsa y a los bonos de la periferia europea.
De hecho, en la anterior subasta de letras a corto plazo la prima de riesgo de España se situaba alrededor de los 245 puntos básicos. Hoy, en cambio, la distancia entre el bono español a diez años y el alemán a dicho plazo se acerca a los 270 puntos básicos.
Aunque este escenario no debería suponer un obstáculo para que el Tesoro coloque la cantidad prevista, sí que podría verse obligado a tener que pagar más intereses a los inversores para que éstos compren deuda española. Eso, al menos, fue lo que sucedió en las subastas de la semana pasada.
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