El verdadero problema de la prima de riesgo: nadie compra deuda española

  • La presión sobre la deuda española está marcando hoy un nuevo récord. El interés del bono español a diez años ha vuelto a superar el 7%, mientras que la prima de riesgo ha coqueteado con los 580 puntos básicos. ¿La razón? Apenas se mueve dinero en el mercado de deuda y las pocas órdenes que hay son de venta. Ni siquiera la banca española está comprando como de costumbre.

El Ibex 35 sufre el castigo a media sesión y la prima de riesgo se mantiene en máximo a pesar de Grecia
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Ana P. Alarcos

La deuda española está viviendo su momento más complicado desde la entrada del euro. Hoy, a pesar de la victoria de los conservadores en las elecciones griegas, el bono y la prima de riesgo están haciendo historia.

Esta mañana, el interés de la deuda a diez años ha superado el 7,1% por primera vez desde que arrancó el milenio, mientras que la prima de riesgo ha llegado a coquetear con los 580 puntos básicos, una distancia frente a Alemania nunca vista en este tiempo.

Pero, ¿qué se esconde detrás de este nuevo hito? Básicamente, que nadie está adquiriendo deuda española, ni siquiera la banca nacional, el gran comprador habitual de letras, bonos y obligaciones del Tesoro.

"Los inversores no se fían de España y no hay movimiento en el mercado. A mediodía, se están moviendo unos 50 millones de euros en deuda a diez años, apenas una tercera parte del volumen habitual. Lo normal es que a estas horas se muevan entre 150 y 200 millones de euros", asegura Javier Ferrer, director de la mesa de deuda pública de Ahorro Corporación.

Además, el experto puntualiza que "los inversores extranjeros solo quieren vender deuda española, mientras que no hay compradores precisamente porque desconfían. Esto está produciendo un colapso que lleva a la prima de riesgo al nivel actual".

Su tesis no solo se está reflejando hoy en el mercado, sino que ha sido una constante en los últimos días. Al menos, en lo que llevamos de junio. Para comprobarlo, no hay más que echar un vistazo a los siguientes gráficos:

Estos datos demuestran que las apuestas por la deuda española vienen de manos de los bancos domésticos y que sus compras son mucho más moderadas que las que realizaban, por ejemplo, en la recta final del mes de abril.

Este escenario es importante, ya que cuando el volumen es bajo es relativamente sencillo especular con un activo (ya sea deuda o valores en bolsa).

¿La razón? Cuanto menos dinero y menos agentes estén operando, más fácil es que cualquier movimiento sea clave. Y no hay que olvidar que hoy predominan las órdenes de venta.

España se desvincula de Italia, Francia y Alemania

Según apuntan fuentes del mercado, la situación de España difiere de la que viven otras deudas europeas.

En los casos de Francia y Alemania, se están produciendo compras por parte de los bancos centrales asiáticos, mientras que la banca italiana es la que está apostando por la deuda transalpina.

En España, ni los bancos domésticos están comprando deuda en una semana clave para su futuro: en los próximos días esperan conocer las valoraciones definitivas de su agujero inmobiliario, después de que se haya filtrado que necesitarán alrededor de 70.000 millones de euros, una cifra intermedia a lo que prevé el FMI (40.000 millones) y a lo máximo que le prestará Europa (100.000 millones).

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