La sesión arrancaba muy optimista, con subidas en las bolsas y caídas de las primas de riesgo. Pero el Banco Central Europeo ha defraudado a los mercados y los inversores no han dudado en cambiar las órdenes de compra por las de venta.
Al final, el Ibex ha cerrado con pérdidas del 0,89% y en los 8.216,7 puntos, muy por debajo del nivel máximo en el que ha llegado a moverse. El selectivo ha tocado los 8.418 enteros en torno a las 14.00 horas.
Pero las frías palabras de Mario Draghi, el presidente del BCE, han cambiado el rumbo de las plazas europeas y de la deuda. Un cóctel que ha resultado ser demasiado explosivo para el parqué madrileño.
"Se ha limitado a repetir el discurso que empleó el pasado mes de mayo, cuando sí decidió bajar los tipos de interés. Los planes para facilitar la financiación a Pymes siguen en estudio, al igual que la posibilidad de pasar a negativa la tasa de depósitos (no piensan que ahora sea el momento), y la decisión de mantener los tipos en el 0,5% se ha tomado por consenso", recuerda Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG.
Su discurso ha caído como un jarro de agua fría en las bolsas del Viejo Continente, que han cerrado con fuertes descensos.
El Cac francés, por ejemplo, ha bajado un 1%; el Dax alemán, un 1,2%; y el Ftse británico, un 1,3%, mientras que el MIB italiano se ha desplomado un 2,6%. El euro, por su parte, ha logrado recuperar los 1,32 dólares.
Además, en el mercado de deuda, la prima de riesgo española se ha disparado casi 20 puntos básicos y ha roto el nivel de los 300 enteros. Se ha quedado alrededor de los 311, frente a los 292 de ayer.
Por si fuera poco, el interés del bono español a diez años ha salido de su atonía y, por desgracia, ha sido para moverse hacia una zona peor. Ha escalado hasta el 4,6%, desde el 4,4% en el que parecía estar congelado.
Todo ello ha congelado el efecto de la subasta de deuda del Tesoro Público, una cita en la que España no ha defraudado.
Ha captado 4.023 millones en títulos a medio y largo plazo, más de lo previsto, aunque ha tenido que pagar más intereses a los inversores en dos de los tres plazos que ha subastado.
Al margen de la emisión espñola, otras noticias han arrastrado a los parqués europeos: el Nikkei japonés ha vuelto a registrar descensos, que el FMI ha reconocido que ha habido errores graves en el rescate de Grecia y que Wall Street no termina de remontar el vuelo tras el fuerte castigo que sufrió ayer.
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