Las diez fechas más histéricas (e históricas) de la prima de riesgo española

  • Los problemas de la periferia europea han puesto patas arriba el mercado de deuda del Viejo Continente. Ayer, el riesgo país español marcó su nivel más alto desde la entrada del euro, después de vivir una jornada de infarto. Pese a que el récord es reciente, los momentos de máxima tensión se llevan produciendo desde hace más de un año. Y éstos han sido los más locos.
La prima de riesgo española, en máximos arrastrada por Italia
La prima de riesgo española, en máximos arrastrada por Italia
Ana P. Alarcos

España escribió ayer una nueva página en su historia y no precisamente para contar buenas noticias, más bien todo lo contrario. El hito es que la prima de riesgo está en su nivel más elevado desde la introducción del euro, al tocar los 340 puntos básicos.

En una sola sesión, el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán a ese plazo creció casi 50 puntos básicos (cerca de un 17%), y convirtió a España en un país de alto riesgo.

¿Qué significa esto? Básicamente, que los inversores exigen a nuestos bonos a diez años unos intereses muy elevados para comprarlos en lugar de los alemanes, considerados los más seguros de todo el Viejo Continente. En concreto, la rentabilidad que piden a España ronda el 6%, la más alta en quince años.

Pues bien. Este nuevo récord se produjo en una sesión de alto voltaje, en la que los bonos y las bolsas de toda Europa se vieron salpicados por la falta de acuerdo de los líderes continentales sobre cómo solucionar la tormenta que está arrasando los países periféricos.

Y, aunque la de ayer fue sólo la última jornada histérica, la locura de la prima de riesgo arrancó hace más de un año, cuando empezaron a destaparse los problemas económicos de la eurozona.

De hecho, nos tenemos que remontar a febrero de 2010 para ver las primeras tensiones fuertes en el diferencial. Entonces, los síntomas de debilidad que comenzaron a mostrar las cuentas griegas llevaron al riesgo país nacional a romper la barrera de los 100 puntos básicos, un nivel no visto en más de una década y al que, ahora, parece casi imposible volver.

Sólo fue el principio. En la primera semana de mayo, una vez confirmados los problemas helenos y en pleno ataque de nervios de los inversores, la prima de riesgo superó los 160 puntos básicos y vivió su segundo capítulo de volatilidad.

Unos días después, el mercado pareció incluir a España en el saco de los países más débiles de Europa y se llegó a rumorear que, al igual que Grecia, podía caer. Este escenario generó un clima de alta tensión, que obligó al Gobierno a anunciar el famoso tijeretazo para reducir 15.000 millones de euros de déficit entre 2010 y 2011.

Apenas un mes después, el riesgo país fulminó la cota psicológica de los 200 puntos básicos, mientras Europa pedía más medidas de ajuste. Pero la reacción llegó y el Viejo Continente aceleró sus planes de austeridad, que aliviaron la presión de los países de la periferia, incluida España.

Tanto es así que, entre mediados de julio y principios de noviembre, la prima de riesgo se mantuvo por debajo de los 200 puntos básicos. Y entonces fue cuando el mercado puso contra las cuerdas a Irlanda, el segundo país de la eurozona que necesitó un rescate internacional.

De hecho, los problemas de la banca del país celta llevaron a la prima de riesgo hasta los 311 puntos básicos el 30 de noviembre, el nivel que mantenía el récord desde la introducción del euro hasta ayer. Fue la quinta sacudida de los mercados.

No obstante, después de que la economía irlandesa recibiera ayudas de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI), las tensiones empezaron a disiparse, y la prima de riesgo española cerró 2010 por debajo de los 260 puntos básicos.

El año arrancó con una tregua de los inversores a los castigados países periféricos y, durante unas semanas, el riesgo país se mantuvo estable, hasta que, en abril, llegó a coquetear con los 170 puntos básicos, el nivel más bajo desde octubre, antes de que los problemas irlandeses volvieran a tensionar el mercado.

Sin embargo, poco después llegaron los problemas de Portugal y, con ellos, el tercer rescate de la eurozona, que llevó a la prima de riesgo, de nuevo, a los 200 puntos básicos. Desde entonces, la crisis de la eurozona ha ido de mal en peor.

El mercado lleva semanas dando por hecho que Grecia va a necesitar un segundo rescate (se rumorea que podría recibir 80.000 millones, que se sumarían a los 110.000 millones pactados en mayo del año pasado), lo que disparó el diferencial, de nuevo, hasta los 300 puntos básicos en la recta final de junio.

Aunque lo peor estaba por llegar. En los últimos días, los inversores han puesto a Italia y sus bancos en entredicho y han escrito el décimo capítulo de la crisis de deuda soberana en la eurozona, que ha llevado al riesgo España a firmar máximos.

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