Volvo, PSA y... FIAT-Chrysler: China quiere dominar la industria del automóvil

Multa récord a Fiat Chrysler
Multa récord a Fiat Chrysler

Las grandes compañías de China, fieles a su ‘modus operandi’, continúan con su plan de tomar el control de grandes multinacionales de forma sigilosa y discreta, pero en muchas ocasiones efectiva. El próximo gran movimiento lo quiere llevar a cabo la compañía Great Wall Motor. El mayor fabricante de automóviles chino se ha lanzado a la compra de Fiat Chrysler Automobiles (FCA), propietaria de las enseñas Jeep, Ram, Alfa Romeo y Maserati.

“Siempre hemos tenido el interés y la intención de comprar FCA”. Así de tajante se ha mostrado Xu Hui, portavoz del grupo chino ante los medios en declaraciones recogidas por el Financial Times. Según Reuters, se baraja la posibilidad de que Great Wall solo compre Jeep y no todo el conglomerado. Porque FCA Group es “demasiado grande para que la compañía china la pudiera digerir”, afirma Yale Zhang, de la consultora Automotive Foresight.

Una posibilidad lógica teniendo en cuenta que la compañía china es una de las más potentes en el mercado de los todoterrenos y quiere convertirse en “el mayor fabricante de SUV del mundo”, tal y como añadió Xu Hui: "La adquisición de Jeep nos permitiría alcanzar nuestra meta en menos tiempo de lo que lo puede hacer Great Wall por sí misma".

Las ventas de Great Wall cayeron un 4,7 por ciento en el segundo trimestre del año respecto a 2016 (se quedaron en 1,07 millones de vehículos) y el beneficio neto se desplomó un 78,8 por ciento. Por contra, Jepp vendió 1.4 millones en 2016 y espera superar los 2 millones en el año 2020, aunque su deuda neta es de 4.200 millones de euros. Hay que tener en cuenta que Fiat Chrysler Automobiles ya fabrica modelos de Jeep en china en colaboración con el productor local Guangzhou Automobile (la legislación china obliga a ello).

FCA busca comprador

FCA lleva meses buscando un comprador para reducir los costes de desarrollo de sus coches eléctricos. Sergio Marchionne, presidente ejecutivo, se la ofreció sin éxito a General Motors y a Volkswagen. “No tengo ninguna duda de que, en el momento oportuno, Volkswagen aparecerá para tener una charla”, afirmó en enero durante el Salón de Ginebra. Sin embargo, quien ha aparecido en escena ha sido Wang Fengying, presidenta de Great Wall. FCA lo niega: "En respuesta a los rumores sobre un posible interés de Great Wall Motors en la marca Jeep, Fiat Chrysler Automobiles confirma que no ha sido consultada por la marca ni por otro negocio”.

En 2009 Fiat tuvo que rescatar a Chrysler hasta que finalmente en 2015 se hizo con el 100% de la marca estadounidense gracias a la labor de mediación del entonces presidente Barack Obama. Ahora, además de financieros, Great Wall también se encontrará con obstáculos políticos. Según la prensa americana, Donald Trump no está dispuesto a permitir la venta de uno de los tres grandes fabricantes de coches de EEUU. Ya en el mes de enero se reunió con las compañías automovilísticas con raíces estadounidenses para alentar la fabricación de automóviles en el país con la amenaza de pagar una mayor tasa de aranceles.Primero fueron Volvo y PSA

De concretarse la oferta, Fiat Chrysler Automobiles no sería la primera multinacional del motor con accionariado chino. La primera enseña fue Volvo, que formó parte de Ford hasta 2010, cuando quedó bajo el control de Geely Holding Group a cambio de 1.657 millones de euros. En 2016, Volvo vendió 534.332 vehículos y logró un crecimiento del 6.2% que se tradujeron en 793 millones de beneficio neto, mientras que en 2009 había perdido 1.657 millones de euros. La compañía está construyendo su primera fábrica en EEUU, concretamente en Carolina del Sur.

Por otro lado, PSA realizó una ampliación de capital por valor de 3.000 millones de euros en 2014 después de perder 2.317 millones de euros en 2013 y la compañía quedó por primera vez fuera del control de la familia Peugeot. La multinacional china Dongfeng se hizo con casi el 13% del capital, la misma cantidad que el Estado francés, que inyectó fondos para sanear las cuentas de la compañía. Las tres partes cuentas con el 12,81% de PSA. Con el portugués Carlos Tavares al frente, la multinacional del automovil logró unos beneficios de más de 1.000 millones de euros en 2015 y de más de 2.000 millones en 2016.

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