Los inquilinos españoles revitalizan el mercado de alquiler

Pareja española de jóvenes mileuristas busca piso en alquiler. Ésta es la demanda tipo que se encuentran las agencias inmobiliarias especializadas en el mercado de alquiler en la España del año 2013, según un estudio realizado por la empresa Solo Alquileres.

Este enunciado, aparentemente neutral, oculta sin embargo un profundo cambio sociológico. "Hace unos años sólo alquilaban pisos personas de fuera de España", recuerda un agente inmobiliario de la firma. "Desde hace un tiempo las cosas han cambiado, la mayoría de nuestros clientes son ahora españoles".

Las estadísticas que manejan apuntan en la misma dirección. El 70% de los inquilinos de la red de 10.000 viviendas en alquiler que gestionan en los principales núcleos urbanos del país son ya españoles.

"Es evidente que la crisis ha empujado a muchos españoles hacia el mercado de alquiler", admite Miguel Tortajada, responsable de Markéting de la firma, "pero también percibimos un cambio de percepción de la ciudadanía hacia este mercado".

El sueño de adquirir una vivienda en propiedad se ha convertido en pesadilla para cientos de miles de españoles que han comenzado a contemplar el alquiler como una opción.

Las estadísticas oficiales aseguran que sólo el 17% de los españoles viven en alquiler, muy por debajo del estándar europeo. Sin embargo, este porcentaje no ha parado de crecer, aunque de forma suave, desde que empezara la crisis.

Solo Alquileres, que se presenta como la primera franquicia especializada en viviendas en alquiler de España, es una firma italiana que ha decidido apostar por España porque cree firmemente que el mercado de arrendamientos tiene largo recorrido.

¿El futuro está en el alquiler?

"España está a punto de convertirse en el mercado de alquiler más dinámico de Europa", aseguran desde la firma. "El sector está en auge y creemos que está al 30% o al 40% del nivel que puede alcanzar en sólo unos años".

Tienen sus argumentos. Sus datos dicen que tres de cada cuatro propietarios prefieren poner sus pisos en alquiler a venderlos, principalmente porque se resisten a desprenderse de su casa por un precio inferior al que la compraron o porque, directamente, no encuentran compradores.

El segundo es de rentabilidad económica. En los años de la burbuja comprar una vivienda resultaba un gran negocio que podía generar una rentabilidad superior al 20% en sólo un año.

Eso se acabó en 2008. Los datos del Banco de España revelan que en los últimos cuatros años la rentabilidad de ese mercado ha sido negativa, mientras que la del mercado de alquiler se sitúa en el entorno del 4% y no ha bajado del 3,3% en la última década.

Luego está lo del cambio de percepción. Tradicionalmente, en España se ha alquilado única y exclusivamente cuando no se podía comprar, o bien por motivos de trabajo o estudios.

Bien, los últimos datos muestran que ya hay un 15% de inquilinos que alquilan porque esta fórmula les da una libertad y una movilidad de la que no dispondrían con una vivienda en propiedad. Es decir que alquilan por elección, no por obligación.

Y, finalmente, están las actuaciones públicas para fomentar el alquiler. El pasado viernes el Gobierno aprobó en el Consejo de Ministros un nuevo marco de ayudas para fomentar el alquiler e impulsar un parque de viviendas de esta naturaleza.

Para Solo Alquileres la iniciativa pública tiene mucho de parcheo y aseguran que el impulso sería mucho más decidido si se creara un estímulo fiscal para que los propietarios pusieran sus viviendas en alquiler (estiman que hay seis millones de pisos vacíos en España) o si la ley protegiera más a los arrendadores.