Las agónicas cuentas públicas necesitan exprimir hasta la última gota de dinero que puedan conseguir. Sólo así España podrá cumplir con los estrictos requisitos de déficit impuestos por Bruselas.
Para conseguirlos, el Gobierno ha puesta bajo revisión sus participaciones empresariales y, a la espera de que decida cuáles están en venta, Telefónica y Abertis le han hecho un gran favor.
La compañía presidida por César Alierta vendió ayer al grupo catalán el 13,23% de Hispasat por 124 millones de euros. Este precio es un 33% superior al que pagó Abertis en 2008, cuando entró en la compañía de satélites.
Entonces adquirió el 28,4% del capital por 199 millones. Con esta valoración, la compra que ayer acordó con Telefónica se habría situado en 92,7 millones, frente a los 124 millones pagados.
El principal beneficiado de esta subida de precio ha sido el Estado, que posee el 25,69% de Hispasat a través de varias empresas públicas.
En concreto, el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA), mantiene una participación del 16,42%, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), posee un 7,41%, y el Centro para el Desarrollo Tecnológico e Industrial (CDTI), tiene el 1,86% restante.
Con la nueva valoración, las arcas públicas podrían recaudar 240 millones de euros si desinvertiera en la empresa de satélites, frente a los 180 millones que habría conseguido con la valoración anterior.
Por el momento, al menos oficialmente, no hay ninguna operación en marcha; aunque, si llegara ese momento, Abertis siempre ha mostrado a favor se consolidar su participación.
Además, debido al estratégico carácter de Hispasat, cualquier hipotética operación debería abordarse bajo criterios de intereses nacionales, lo que facilitaría la venta a un grupo español.
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