"Dar el título pese a tener algún que otro suspenso motiva a los alumnos"

    • Pedro Santamaría considera que la Ley Wert puede ayudar a los profesores a conseguir los objetivos del sistema educativo.
    • Este psicopedagogo ve la botella medio llena y piensa que el dato de un 70 % de alumnos que pasan la ESO con todas las asignaturas aprobadas es una buena cifra.
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Silvia Pozo

Uno de cada cuatro alumnos en España recibe el graduado de la ESO sin haber superado todas las asignaturas. Un drama en toda regla contra el que no hay manifestaciones y que demuestra lo mejorable del sistema. Obviamente, la cultura del esfuerzo no acaba de fructificar.

Una media del 21,72 % de los graduados en Educación Secundaria Obligatoria (ESO) consigue el título con una o varias asignaturas "no superadas", circunstancia en la que se encontraban 49.432 alumnos de quince comunidades, Ceuta y Melilla al acabar el curso 2011-2012.

Pedro Santamaría, psicopedagogo y asesor del Colegio Profesional de la Educación, señala que hay que intentar ver la "botella medio llena" cuando la situación de España es tan complicada en la actualidad.

¿Cómo valora que un 22% de los alumnos se hayan sacado la ESO con asignaturas suspensas?

A mí me parece que se puede interpretar de forma positiva. Hay un 78% del alumnado que ha aprobado de forma limpia. Estamos en un momento en España en el que es importante poder dar mensajes positivos y constructivos.

Que el 20% pase con esos suspensos entra dentro de lo que se puede considerar como normal.

En España hay que contar ahora con los bajos niveles de concentración, con los bajos niveles de motivación e ilusión en el alumnado, y está llevando a que se busquen fórmulas para que estos estudiantes puedan obtener un título.

Estamos hablando en el fondo de por qué hay que tomar estas decisiones. Solo los profesores, que convivimos con ellos, somos capaces de darnos cuenta de las complicadas realidades que viven algunos jóvenes. Hay grandes dificultades en las familias para conciliar las vidas personales con las sociales y las laborales. Este es un gran hándicap.

Nos encontramos con alumnos que vienen desentrenados para poner en práctica actitudes y comportamientos en las aulas que ayuden a los profesores a que desarrollen sus asignaturas. Tenemos que buscar estrategias motivadoras para que este tipo de alumnos no se salgan del circuito, para que no tiren la toalla.

¿Qué soluciones cree que hay para bajar estos datos?

Ahora existen aulas de diversificación curricular, adaptadas a alumnos con diferentes capacidades cognitivas que necesitan objetivos más bajos pero que puedan acceder al aprendizaje y conocimiento.

Estos datos no revelan inmadurez intelectual en los alumnos sino que estamos hablando de chicos que manejan un nivel de motivación e ilusión muy bajos y hay que buscar alternativas de muchos tipos para que no abandones, y una de ellas es la de dar el título con algún que otro suspenso.

¿La Ley Wert solucionará estos problemas que vive el sistema educativo español?

Si yo creo que sí que se está trabajando para que haya estrategias de aprendizaje que permita a los profesores asumir los objetivos oficiales. Los alumnos y profesores tienen que crear vínculos y habilidades para que haya motivación y para que los estudiantes vean que sirve de algo.

No se trata solo de una ley con normas sino de cómo el profesor puede introducirlo dentro de sus métodos para mejorar el desarrollo y aprendizaje de sus alumnos.

¿Las reválidas pueden solucionar esta situación?

Las reválidas no son más que un recurso, un planteamiento para que los alumnos más rezagados tengan una nueva oportunidad para superar los objetivos y su desánimo y desmotivación.

Es una forma de hacer entender al alumno que la vida es un marco con límites y normas ya que la finalidad del sistema educativo es formar a los alumnos para la vida.

¿Por qué la Ley Wert es tan poco aplaudida?

Tenemos que pensar muy por debajo de lo que realmente quieren o ponen como objetivo los que hacen las leyes o nos transmiten los políticos. Es decir, los profesores son los que aportan la creatividad y habilidad a los que las normativas imponen.

No dejan de ser una serie de propuestas con las que estemos más o menos de acuerdo, o más o menos populares, pero no olvidemos que es el profesor en las aulas el que tiene una alta responsabilidad a la hora de poder poner alternativas y estrategias de desarrollo educativo.

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