Guía para saber cómo jugarán los partidos sus cartas a partir de ahora

  • Sánchez y Rivera toman la iniciativa y negociarán de forma conjunta, haciendo partícipes a otros agentes sociales de su gobierno de cambio

    Iglesias sigue enrocado en su 'no' a Ciudadanos y Rajoy ahora sí quiere tomar las riendas para encabezar el próximo Ejecutivo.

Pedro Sánchez y Albert Rivera.
Pedro Sánchez y Albert Rivera.
Diego Caldentey

Los números, de momento, no salen. Tras el fracaso de Pedro Sánchez para ser investido presidente, los partidos vuelven a planear estrategias que intenten acabar con un escenario insólito en España. Cada uno juega sus cartas y empieza a mostrar algunas de ellas. Los próximo dos meses se prevén complicados.

Sánchez y Albert Rivera han decidido ya reforzar su pacto para mantener la iniciativa política y conseguir que el líder socialista sea el próximo presidente del Gobierno. Esa alianza, al parecer, no ha quedado debilitada tras la imposición del 'no' mayoritario en el Debate de Investidura.

Los equipos negociadores de ambos partidos han decidido desarrollar, a partir de esta semana, reuniones conjuntas con las fuerzas políticas y sociales para aumentar apoyos. Su intención es clara: buscan sumar respaldos y saben que, sobre la mesa, cuentan con 131 escaños (los 90 del PSOE más los 40 de Ciudadanos y la diputada de Coalición Canaria, Ana Oramas). Entre todos, suman más que los 123 del PP.

Por este motivo, entre los dos se han propuesto seguir llevando la iniciativa y no relegarle esa función a Mariano Rajoy. Sánchez, por su parte, prepara sus jugadas en dos frentes. Además de su gran objetivo de llegar a La Moncloa, sabe que se juega la continuidad al frente de su partido. En abril próximo comenzará el proceso de elecciones primarias para elegir en votación al secretario general del PSOE (instancia prevista el 8 de mayo) y Sánchez quiere sí o sí dejar bien clara su postura, de que todavía es posible su investidura, para disuadir a la aguerrida Susana Díaz de competir con él.

Por su parte Rivera considera que, a esta altura, ya no puede bajarse del barco. Su apoyo a Sánchez hace que el líder de Ciudadanos tampoco quiera delegar la iniciativa política en Rajoy, de quien hoy se encuentra más alejado que en ningún momento de este proceso. 

La medida más importante que aceptó Rivera es la de organizar "reuniones conjuntas" con Sánchez, para recibir siempre "en bloque" a otros partidos y organizaciones sociales a fin de desbloquear la situación política. Tanto PSOE como Ciudadanos buscarán redoblar esfuerzos comunicativos para brindar la sensación en la sociedad de que ellos son los vencedores de este proceso por haber mostrado voluntad de negociación y capacidad para alcanzar acuerdos.

Tanto Sánchez como Rivera se han visto reforzados en las encuestas con estrategia con la que pretendían desbloquear la situación con diálogo, trabajo y acuerdos.

Pablo Iglesias parece que no retrocederá ni un centímetro en su estrategia inicial. El secretario general de Podemos rechaza comenzar una negociación tripartita con el PSOE y Ciudadanos sobre la base del documento suscrito por Pedro Sánchez y Albert Rivera. Sigue pensando que su programa y el de Ciudadanos son incompatibles y que, por tanto, ahora los socialistas deben elegir. Una vez más ha lanzado un órdago a Sánchez: "Se abren dos opciones: la que quiere Ciudadanos con el PP o nosotros. Hay dos opciones para formar Gobierno. Una gran coalición a tres o un Gobierno de cambio", insiste en público y en privado.

"Somos coherentes y tenemos principios, y el programa económico de Ciudadanos sigue la línea del PP", afirma Iglesias. El líder del partido morado solo acepta un Gobierno de coalición de las fuerzas progresistas. Quiere volver a negociar solo con el PSOE y las demás formaciones de izquierdas, descartando de plano a Ciudadanos, porque sus proyectos son "incompatibles". Iglesias tratará de convencer a Sánchez de que la mejor opción es la de un Gobierno de coalición de las fuerzas de izquierdas. En cualquier caso, rechazará el contenido del acuerdo entre el PSOE y Ciudadanos, que en Podemos califican de "regresivo" en materia económica y laboral.

El otro jugador clave en esta situación es, obviamente, Mariano Rajoy. Ahora sí que está dispuesto a volver a tomar las riendas del asunto. Cree que ha llegado su momento y será el líder del PP el que se pondrá en contacto con los socialistas para que dejen gobernar "a quien ganó las elecciones". El presidente del Gobierno en funciones irá este lunes a Bruselas y presidirá el Comité de Dirección el martes. A partir de entonces comenzará a diagramar la estrategia que mantendrá el PP, de cara a intentar recabar los apoyos necesarios para ir a una sesión de investidura. Rajoy sabe que para conseguir mantener el Gobierno necesita la abstención del PSOE. Si no, la única solución es convocar elecciones.

Finalmente, el líder de IU-UP, Alberto Garzón, ya ha advertido a Sánchez, de que no apoyará "de ninguna forma" un acuerdo PSOE-Ciudadanos porque incluye unos "elementos programáticos antagónicos" con lo que defiende su formación. Garzón, que sigue la línea clónica de Iglesias, se pronunció de esta forma durante su intervención en el Consejo Político Federal de IU.

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