Pablo Iglesias hace un Luis Enrique con estilo bolivariano


  • Los comentarios de Pablo Iglesias hacia un periodista en mitad de una conferencia retrotraen la memoria a la difícil relación del régimen venezolano con la prensa.

    Es la segunda personalidad pública que choca con la prensa esta semana, después de que el entrenador del Barcelona tratase de ridiculizar a un periodista el domingo.

Iglesias se reafirma en sus críticas a la prensa aunque pide disculpas por "personalizar" en un informador
Iglesias se reafirma en sus críticas a la prensa aunque pide disculpas por "personalizar" en un informador
EUROPA PRESS

Pablo Iglesias estaba en su salsa. Le escuchaba un auditorio de la Universidad Complutense abarrotado de estudiantes. Tener a un antiguo profesor en la primera línea de la política nacional es una tentación irresistible para cualquier alumno de la Facultad de Filosofía, donde se desarrollaba el acto. Pero también de otras disciplinas, como periodismo. Estos últimos aprendieron este jueves una lección que difícilmente olvidarán.

¿Realmente la aprendieron? Eso está por ver.

El líder de Podemos se encontraba allí para presentar un libro de cuyo título, “En defensa del populismo”, pocos se acordarán hoy. Porque la noticia fue otra. Este periódico la tituló así: “Los periodistas plantan a Iglesias por sus ataques y él pide perdón en twitter”.

Los periodistas se marcharon del evento por los comentarios ofensivos del líder de Podemos hacia Álvaro Carvajal, el periodista del diario El Mundo que suele cubrir la información de Podemos. El vídeo ha sido ampliamente difundido primero en las redes y luego en los telediarios.

(Te interesa leer: Pablo Iglesias, un tío muy listo que (al menos hoy) ha hecho el tonto)

Es la segunda personalidad pública que ataca a la prensa, después de que el entrenador del Barcelona tratase de ridiculizar a uno, que insistió en preguntar sobre un asunto que acaba de contestar.

Los comentarios de Iglesias no parecían tan displicentes como los del entrenador blaugrana, pero causaron una profunda indignación en los profesionales allí acreditados. Tanta, que decidieron levantarse y abandonar el acto. Un 'plantón' en toda regla.

En efecto, Pablo Iglesias siempre ha mantenido una relación de amor-odio con la prensa. Y no cabe duda que la prensa con el líder de Podemos, una novedad informativa que siempre trae un titular en los labios y que resulta muy suculenta de dar a conocer. En primer lugar, él ejerce de periodista desde varias tertulias televisivas y desde su programa Fort Apache.

El debate político real

Como politólogo ha desarrollado una visión estratégica, eficazmente llevada a la práctica, sobre el papel de los medios en la construcción de una fuerza política. Nadie podría explicar el éxito de Podemos sin las múltiples intervenciones de su líder en medios afines como La Sexta o en otros hostiles como Intereconomía.

Pero su visión periodística incluía un fuerte componente crítico, aprendido en gran parte de la revolución bolivariana en Venezuela. Chávez entendió desde un primer momento que el debate político real se desarrollaba en los medios, concretamente en la televisión, y no en el Congreso de los Diputados.

El líder venezolano ya fallecido entendía que los grandes medios de difusión, controlados en su mayor parte por accionistas, familias u oligarquías hostiles a su régimen, constituían su verdadera oposición en el país. Tenían capacidad de modificar el estado de la opinión ciudadana y poner en peligro su revolución. Esa fue la razón por la que se hizo omnipresente en los medios de comunicación, por decreto, a través de su programa Aló Presidente.Ataques a la prensa

Lo que supuestamente estaba concebido como un hilo directo de la ciudadanía con el poder Ejecutivo pronto se convirtió en un ariete contra los partidos de oposición y contra los que, en la práctica, podían quitarle el poder en la calle: los medios.

Los señalamientos a directores de periódicos, amenazas a los profesionales, apagones informativos y cierres de medios devinieron en un ingrediente más de la ensalada con que alimentaba Chávez sus intervenciones televisivas.

Sus enfrentamientos no se circunscribieron a los medios venezolanos. He aquí una muestra de su diálogo con un periodista del canal de televisión de tendencia conservadora, Fox News.

Muerto Chávez, Maduro heredó esa visión estratégica y trató de imitarla, a despecho de sus evidentes limitaciones personales. Si no podía alcanzar las virtudes comunicativas de su predecesor ni su particular histrionismo, trata de igualarle en beligerancia contra la prensa libre, tanto local como extranjera. En las últimas semanas no se ha ahorrado calificativos contra el canal español Antena 3, que recientemente ha emitido un reportaje sobre la complicada situación de carestía que vive el país sudamericano.

Al tiempo que el chavismo lanzaba sus andanadas desde la televisión, construía sus canales mediáticos para extender su ideología y promover sus políticas. En ellos participaron los fundadores de Podemos, como Pablo Iglesias (quien dijo ante las cámaras que Chávez era un ejemplo) y Juan Carlos Monedero. La comunicación chavista constituyó una escuela no periodística sino política para ellos. Los medios no son el cuarto poder: son el poder. De ahí que cuando los periodistas cuestionan a los políticos, en Podemos los tratan como opositores.

Sigue @martinalgarra//

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