Javier Urra: "La televisión infantiliza a los adultos y hace más maduros a los niños"

Según un estudio realizado por la Cátedra Keepunto de la Universidad Complutense de Madrid, los jóvenes tienen hábitos de consumo de un adulto y gastan cuatro veces más su paga mensual. El experto en psicología clínica y pedagogo terapeuta Javier Urra lo tiene claro: el problema está en la televisión.

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¿Por qué los niños se comportan como adultos?

La mayoría de los programas de adultos están hechos para niños mientras que los infantiles son tratados desde una óptica de adolescente. Lo que genera dos problemas: que los niños se crean adultos y que los padres tengan comportamientos de adolescentes y les otorguen más permisivilidad. Todo ello hay que enmarcarlo en el contexto de una sociedad capitalista que quiere engrosar el número de consumidores.

¿Es contraproducente dar la paga?

No. Asignar una cantidad de dinero mensual a un adolescente ayuda a educarle en la austeridad por lo que no tiene por qué significar un problema. Hay que educar a los niños desde pequeños en una cultura de ahorro. El problema llega cuando los adultos no son austeros. Si los padres no predican con el ejemplo es difícil que los hijos sean ahorradores.

¿Cuál es la edad ideal para iniciar a los niños en esta práctica?

Los siete años es un buen criterio para comenzar con este hábito. Es cuando empiezan a salir y a ser más conscientes de lo que cuestan las cosas, así como a necesitar algo de dinero propio. No obstante, la situación depende de cada familia al igual que la cantidad que están sujetas a las circunstancias personales.

¿Y si los niños quieren más dinero?

Ellos pueden pedir, pero los adultos deben aprender a decir que no y a plantarse. Tienen que controlarles y solo ceder ante situaciones límite. El criterio siempre debe estar en el caso particular de cada familia.

¿Se debe remunerar la participación en las tareas de la casa?

No. Es un trabajo colectivo que se debe realizar sin ningún tipo de incentivo. Se debe hacer sentir al niño que forma parte de una familia y que tiene que contribuir a realizar las labores de la casa al igual que hacen el resto de miembros. Otra cosa es que se dé una pequeña compensación en situaciones especiales o complementarias. Pero siempre se tiene que insistir enq eu se realzian por el bien común.

¿Es bueno que los niños elijan los productos de la cesta de la compra?

Está bien que participen pero la decisión final siempre la deben tener los mayores quienes les deben enseñar a priorizar y a discernir cuál es el producto más adecuado en cada caso.