"Una pistola eléctrica habría evitado la muerte del empresario catalán reducido por los Mossos"

    • El táser o pistola de descarga eléctrica se trata de un arma con "efectos disuasorios" que pretende "reducir a la persona sin riesgo para su salud mediante una descarga eléctrica", dice Albert Miravelt.
    • Sin embargo, Naciones Unidas establece que el uso de este tipo de dispositivos puede constituir una forma de tortura, pues genera un dolor extremo y, en algunos casos, la muerte.
Detenido un operario del gas que robaba las joyas de sus clientes
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Marta Villa / Seguridad y Tribunales

"Una pistola eléctrica hubiera evitado la muerte del civil fallecido a causa de múltiples lesiones aún por esclarecer". Así de contundente se mostró Albert Miravelt, responsable de la sección de Mossos del sindicato CSIF durante su intervención el pasado martes en el programa Seguridad y Tribunales Radio.

El arma a la que se refiere, conocida como táser o pistola de descarga eléctrica, podría haber reducido al fallecido en cuestión de segundos, según explicó Miravelt. Sin embargo, actualmente su uso en España está muy restringido y no puede utilizarse contra ciudadanos.

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Un estudio del Instituto de Medicina Legal de Málaga, elaborado en 2004, señala que la sacudida de esta pistola genera 400 voltios con una corriente de 2,1 miliamperios, lo que según el mismo informe "la convierte en no letal para los seres humanos, debido a la poca intensidad de la descarga producida".

Sin embargo, el Comité de las Naciones Unidas contra la Tortura, establece que el uso de este tipo de dispositivos puede constituir una forma de tortura, pues genera un dolor extremo y, en algunos casos, puede provocar la muerte.

Miravelt apuntó durante la citada intervención que se trata de un arma con "efectos disuasorios" que pretende "reducir a la persona sin riesgo para su salud mediante una descarga eléctrica".

Según Andreu Soler, gerente de la empresa que distribuye estas armas en España, Andreu Soler i Associats, "el táser puede salvar la vida de la gente". "No hay sentencias que señalen como causa de fallecimiento el uso de un táser; es un arma segura cuya venta está sujeta a la legislación y a la Guardia Civil, entre otros cuerpos".

"Un objeto de tortura puede ser una cucharilla o una bolsa de plástico que se utilice para asfixiar a una persona; lo importante es el uso que se le dé al táser; por ello está regulado, el arma posee una memoria que graba todos los usos del aparato", señala Soler.

Los ocho mossos implicados en la reducción del empresario Juan Andrés Benítez que finalmente falleció a causa de golpes en la cabeza se encuentran actualmente imputados por este caso y apartados del servicio por orden del Gobierno de la Generalitat.

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Según la versión policial, Benítez habría agredido sin motivo a una mujer que esperaba en el coche a su marido, quien ¬–al ver el ataque– se lanzó a por el empresario comenzando una trifulca que duró hasta que llegaron los mossos.

Todos los sindicatos del cuerpo han salido en defensa de sus compañeros al entender, como señaló Miravelt, que "no hay ninguna imagen previa" a la reducción y que por lo tanto la historia está incompleta, ya que no se puede apreciar la violencia con la que actuó el posteriormente fallecido.

"Son necesarias más imágenes en las que aparezca la trifulca que hubo mucho antes, en la que la persona reducida aparecía actuando de manera violenta y lesionando a los agentes", apunta el portavoz de la sección de Mossos de CSIF.

Fuentes policiales consultadas aseguran, sin embargo, que una vez que una persona está en el suelo no es necesario recurrir a los golpes para que se mantenga inmóvil, ya que en ese momento se encuentra materialmente reducida.

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