Cuando Christopher Dempsey, ex marine de los Estados Unidos, decidió donar la mitad de su hígado para salvar a una completo desconocido en febrero de 2015, no sabía que acabaría en el altar. Heather Krueger tenía 25 años cuando su hígado comenzó a fallar. Los médicos la advirtieron que si no lograba un donante en dos meses, tenía un 50% de seguir viva.
A cientos de kilómetros, Chris escuchó a un compañero de trabajo hablar el trasplante que necesitaba su prima. "Me dije a mí mismo, me gustaría que alguien me ayudase a mí o a mi familia en esa situación", confesó Dempsey. "Me pasé cuatro años en la Marina y aprendí a no huir de nada. Por lo que me dije a mí mismo: 'ey, si puedo ayudar, voy a ayudar'".
Como no encontraban donante, Chris se ofreció. Él y Heather eran compatibles. Heather y Chris comieron juntos y hablaron el trasplante durante unas citas previas a la operación. Ambos pasan en el Hospital Universitario de Illinois por el procedimiento descrito en marzo de 2015.
Tras ese día, su relación se hizo cada vez más estrecha. Los meses recuperación desembocaron en noviazgo y a principios de este mes se casaron. "Ni en un millón de años hubiera pensado que, al acceder a donarle una parte de mi hígado, me casaría con ella. Es maravilloso", aseguró el exmilitar, de 38 años.
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