Huelga General: técnica para hacer que triunfe o fracase el 14N

    • Las centrales sindicales calientan motores para la huelga. En pocas horas se juegan el todo o nada.
    • Transporte, oficinas, comercios... estas son las claves que marcan el éxito o el fracaso en una huelga.
Los sindicatos se preparan para la huelga general
Los sindicatos se preparan para la huelga general
efe

Veteranos sindicalistas consultados por lainformacion.com explican cómo una huelga puede considerarse satisfactoria o no para los intereses de los trabajadores:

-Son vitales tanto la industria en general (química, textil, siderúrgica, papelera, agroalimentaria...) como la construcción (por la cantidad de pequeñas industrias anexas). Dado que son los sectores más sindicalizados, se entiende que, en principio, debe ser más fácil pararlos (al menos, más fácil que el sector servicios).

-En el caso del transporte merece un capítulo aparte, porque hay servicios mínimos. Para los sindicatos resulta estratégico llegar a un acuerdo de servicios mínimos, porque esto garantiza que el trabajador puede ejercer con tranquilidad su derecho a la huelga. Además, asegura el éxito del paro en su sector. Así nadie se lleva sorpresas, tanto el que hace huelga como el que no.

-Horarios. La huelga se gana o se pierde de 6 a 10, franja horaria en la que se producen la mayoría de los desplazamientos laborales. Un síntoma del buen inicio de la huelga es que no se produzcan atascos y retenciones a las horas y ubicaciones en las que suelen producirse.

-A las 6 hay que prestar suma atención a lo que esté vinculado al transporte: cocheras, metros, trenes, autobuses, aeropuertos... Si hay servicios mínimos, el foco de atención debe trasladarse a los grandes mercados de las principales ciudades.

-A las 8, las principales oficinas: bancos, seguros y administración pública.

-A las 10, comercio, sobre todo las grandes superficies (y dentro de ellas, las que están en los centros de las ciudades, concretamente El Corte Inglés). La dificultad mayor son los pequeños comercios. Por dos motivos: a) Son tantos que es difícil acercar un piquete informativo a cada uno de ellos. Y b) la cercanía entre empresario y trabajador es mayor, lo que dificulta la decisión de hacer huelga. La tasa de afiliación sindical en las pequeñas empresas es baja.

-A las 12, ocupación de los centros de las ciudades.

-Las escenas de violencia deben evitarse. Según las fuentes consultadas, ofrecen una imagen de tensión y caos, y ocuparán las portadas de los medios de comunicación en detrimento de las reivindicaciones de los trabajadores, que es lo que más interesa dar a conocer. Sobre todo, hay que evitar peleas en los grandes mercados urbanos a las 6 de la mañana. Los piquetes suelen ser numerosos, al contrario de los contingentes policiales, que precisamente por este motivo pueden mostrarse más nerviosos a la hora de mantener el orden. Cualquier chispa puede provocar un incendio. Entonces la noticia dejará de ser la reforma laboral y serán los disturbios.

-Precisamente por lo anterior, conviene que los trabajadores de servicios mínimos vayan convenientemente identificados. Nada puede dañar más a los sindicatos que los piquetes agredan a sus propios compañeros, lo cuales están cumpliendo los servicios mínimos que el mismo sindicato ha acordado con la patronal.

-Fotografías que indican una buena marcha de la huelga: por la mañana, tráfico fluido en las principales arterias de las ciudades, transporte público vacío y aparcamientos libres en los poligonos industriales; por la tarde, hay que fijarse en las fotografías que los helicópteros hacen de la manifestación principal. Dado que habrá guerra de cifras, las imágenes aéreas resultan las más fiables.

-Aparte de la manifestación del día de la huelga, también es importante el acto por la tarde del día previo en Madrid, cuando un gran número de delegados sindicales acudirá a la Plaza del Sol para recibir las últimas instrucciones de los secretarios generales.

13. A la hora de valorar la incidencia de la huelga por zonas geográficas, son fundamentales las grandes capitales (por su población e importancia económica), pero también la cornisa cantábrica por la abundante presencia de fábricas y Andalucía, que es la comunidad más poblada.

-La unidad es un valor añadido. Aunque UGT y CCOO suponen el 70 por ciento de la filiación sindical en toda España, el apoyo de todos los sindicatos es fundamental. Sobre todo en aquellas comunidades donde hay un número mayor de sindicatos representativos. En el País Vasco una huelga no puede triunfar sin contar con el respaldo de las centrales nacionalistas. En el caso particular del 29M, los sindicatos consultados están satisfechos por la unidad sindical alcanzada.

-A la hora de valorar el éxito o fracaso, el dato de consumo eléctrico es lo más fiable. Si el día de la huelga se gasta tanta electricidad como un domingo o festivo, el paro puede considerarse un éxito.

-Es un error comparar las huelgas generales con la primera que hubo en democracia, la del 14 de diciembre de 1988. Entonces se consiguió algo que nunca podrá volver a suceder: cerrar el único operador televisivo que existía entonces: TVE. Los trabajadores del repetidor de Navacerrada lo hicieron posible a partir de medianoche. Parece obvio que aquello constituyó el principal factor de éxito de aquella huelga. Pero hoy en día tanto los avances técnicos como la variedad de canales hacen imposible una acción propagandística tan eficaz como aquella.

-Por encima de todo lo anterior, lo más importante para que una huelga triunfe son las razones por la que ha sido convocada. ¿Van a ser percibidas como justas por la mayoría de la gente? ¿Afectan a su bolsillo, bienestar, derechos? Los sindicalistas consultados recuerdan que, al fin y al cabo, la huelga no deja de ser un acto individual.

Sigue @martinalgarra

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