UN ESTUDIO DEFIENDE REGULAR EL ECOTURISMO PARA PROTEGER AL OSO PARDO

Un estudio en el que participan la Universidad de Oviedo, el CSIC y la Consejería de Medio Ambiente del Principado de Asturias muestra la necesidad de regular el ecoturismo y la observación de osos para no influir negativamente en la especie.
Publicado en la revista 'Biological Conservation', el trabajo analiza las consecuencias de la actividad humana sobre el comportamiento de los plantígrados, su fisiología y su ecología, para determinar su impacto en el medio ambiente.
Revisa la literatura científica publicada hasta la fecha para analizar el turismo osero desde tres puntos de vista: las consecuencias directas sobre los osos, cómo puede afectar a las interacciones entre humanos y osos y el impacto social de estas prácticas.
Según los autores, cada situación y cada población de oso pardo deben ser evaluadas de forma individual, por lo que han de estudiarse de forma particular antes de tomar decisiones.
Entre las consecuencias positivas, los expertos explican cómo el hecho de que las personas quieran conocer más de cerca esta especie puede redundar en la mejora de su conservación.
Como parte negativa destacan el riesgo de realizar los avistamientos en áreas de alimentación o de celo que ante la presencia humana el oso podría dejar de frecuentar o frecuentar en horarios muy concretos, lo que provocaría una situación de estrés para el plantígrado.
El oso pardo es uno de los animales más demandados del ecoturismo relacionado con la observación de animales silvestres en Europa y Norte América. En la Cordillera Cantábrica se ha incrementado la práctica del turismo osero y, por tanto, los investigadores consideran que resulta de gran importancia evaluar los efectos de la observación de los osos sobre el comportamiento y el estado fisiológico de los individuos que se encuentran en aquellas áreas donde hay puntos de observación.

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