Dependiente de la Subdirección General de Administración Periférica del Ministerio de Defensa, el Centro Militar de Cría Caballar de Zaragoza, cuyas instalaciones están situadas en el barrio rural de Garrapinillos, a pocos kilómetros del centro de la capital, alberga, a día de hoy, a 90 animales, entre caballos y un pequeño grupo de asnos catalanes, especie en peligro de extinción.
El de Zaragoza, es uno de los seis centros que el Ministerio de Defensa tiene repartidos por toda la geografía española. En algo más de 35 hectáreas de extensión, los caballos son preparados para, no solo reproducirse y criar, sino para servir a las Fuerzas Armadas Españolas (FAS) y cualquier otro cuerpo o institución en los que sean requeridos, como por ejemplo, Guardia Civil, Guardia Real, Unidad de Caballería de la Policía Nacional, e incluso Policías Locales.
Felipe II fue precursor del proyecto genético para conseguir un caballo autóctono, que se conoce en todo el mundo como un equino de Pura Raza Española (PRE), y ordenó la construcción de unas caballerizas reales.
En 1841, la regente María Cristina creó los Depósitos de Sementales y la Dirección de Cría Caballar. El año 1864, durante el reinado de Isabel II, se fundó el Servicio de Cría Caballar, adscrito al Servicio de Caballería. Desde entonces, centros como el de Zaragoza, continúan con la tradición, en el que conviven sementales y yeguas.
DEDICACIÓN E IMPORTANCIA DE LA GENÉTICA
El trabajo de los militares que preparan a los equinos necesita ser constante. El jefe del Centro Militar de Cría de Zaragoza, el teniente coronel Emilio Escartí, ha afirmado que "a estos animales tan especiales hay que cuidarlos mucho y no hay que dejar de preocuparse por ellos ni un solo día".
Sin duda, el papel más importante de estos profesionales es conseguir un caballo genéticamente perfecto, o al menos intentarlo. Por lo general, y a excepción de la raza Pura Sangre Inglés, los sementales son 'obligados' a eyacular no de manera natural, es decir, directamente en la yegua, sino en un sistema ideado expresamente para conseguir el esperma del animal. Para ello, los veterinarios emplean un 'potro' o un 'maniquí', que simula el cuerpo de la yegua.
Una vez extraído el semen del caballo, se analiza y se comprueba la calidad del mismo. Si resulta satisfactorio, hay dos opciones posibles: guardarlo para inseminar yeguas en este centro u otros o venderlo a criadores particulares.
Estas Unidades de Cría Caballar buscan también favorecer a los ganaderos y aquellos que necesiten una dosis de esperma pueden conseguirla pagando un precio muy bajo, teniendo en cuenta que se trata de caballos Pura Raza Español, Pura Raza Árabe, Pura Sangre Inglés, Raza Anglo-Árabe, Raza Hispano-Árabe, entre otras.
"Tenemos la misión de apoyar a los ganaderos particulares. Por eso, les damos la opción de conseguir esperma de ejemplares pura sangre desde 58 euros. Un precio que en una yeguada privada, sería muy complicado encontrar", ha indicado Emilio Escartí. Por otra parte, existen las denominadas 'paradas de sementales', es decir, el despliegue de estos profesionales por distintos puntos de la Comunidad y el país. En la actualidad, la Unidad de Zaragoza está presente, temporalmente, en Amposta, Covaleda, Biescas y Valencia.
Tal es el interés de muchos ganaderos particulares, que en Zaragoza, se dispone de un espacio físico para que estos puedan llevar a sus yeguas para ser inseminadas. Asimismo, el Ministerio de Defensa publica anualmente un catálogo en internet donde pueden verse los ejemplares de los que dispone. Según datos facilitados por Escartí, entre los años 2012 a 2015, en todos los centros de la Unidad, se inseminaron 12.912 yeguas.
INSTALACIONES DEL CENTRO
Los 90 ejemplares de los que dispone el centro se reparten en cuatro cuadras de grandes dimensiones estabuladas. Cada día son ejercitados en las pistas de entrenamiento exteriores, e incluso, la Unidad cuenta con un picadero cubierto. Además, son estrictamente vigilados y cuidados por un equipo de veterinarios, quienes tienen un edificio dedicado a ellos, y en el que se investiga y analizan distintos aspectos.
Por otra parte, las instalaciones se ven complementadas con aulas para formación y una residencia militar para el personal interno o ajeno.
En 1989, el Centro de Cría Caballar de Zaragoza cambio de ubicación. Antes, las instalaciones estaban situadas en el antiguo Cuartel de la calle Asalto (hoy Parque Bruil). Ese cambio de localización puede verse en el museo que el centro abre a quien quiera concertar una visita, pero siempre teniendo en cuenta que se trata de una instalación militar con acceso restringido. Se pueden encontrar, por ejemplo, viejos carros de paseo de diferentes épocas y un sinfín de material ecuestre con solera.
En el mismo centro, el personal militar tiene la posibilidad de llevar a cabo diferentes cursos para formarse como paradistas, herreros, guarnicioneros, enganchadores, monitores de equitación o instructores, entre otras funciones.
Las instalaciones de esta unidad son valoradas por las facultades de veterinaria de muchas universidades que no disponen de équidos para que sus alumnos puedan formarse. De ahí, que aunque se ha firmado un convenio de colaboración con la Universidad de Zaragoza, uno de los objetivos es "que los alumnos de esta universidad puedan visitarnos, ver qué y cómo se trabaja aquí, e incluso, hacer prácticas con nosotros", ha asegurado el teniente coronel Emilio Escartí.
Con motivo del 150 aniversario, Zaragoza acogerá entre el 21 de junio y el 3 de julio una exposición con 41 fotografías de gran tamaño, y que ya sido presentada en otras ciudades españolas. Asimismo, desde la Unidad, su máximo responsable ha señalado que se aportará material del museo para darle "mayor empaque" al evento.
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