El marido del policía asesinado en París emociona al mundo con su discurso

  • Etienne Cardiles, pareja del policía asesinado por un yihadista, aseguró que sufre "sin odio" porque este no se correspondía con los valores de su marido, un "guardián de la paz".

    "A ti te quiero decir que permanecerás en mi corazón para siempre. Te quiero. Sigamos siendo dignos y prestemos atención a la paz. Guardemos la paz", afirmó.  

Etienne Cardiles junto a la imagen de Xavier durante el homenaje.
Etienne Cardiles junto a la imagen de Xavier durante el homenaje.
AFP.
M. R.
M. R.

Un ataque yihadista puso fin a la vida de Xavier Jugelé el pasado jueves en los Campos Elíseos de París. El policía de 37 años había estado en contacto todo el día con su marido, contándole lo emocionado que estaba por el viaje que iban a hacer en vacaciones, pero esa noche Xavier ya no volvió a casa. En un acto de homenaje organizado en el Elíseo con el presidente François Hollande presente, el marido del fallecido, Etienne Cardiles, emocionó al mundo con un discurso en el que el odio no tiene cabida:

"Xavier, el jueves por la mañana me levanté como de costumbre y tú todavía dormías. Durante el día hablamos para planear nuestras vacaciones a un país tan lejano que te mostraste muy emocionado por no haber estado tan lejos en tu vida. Los visados, encontrar un lugar para hospedarnos... teníamos tantas ganas de ir que reservamos los billetes el martes.

Comenzaste a trabajar a las 14:00 horas, con tu vestimenta habitual de policía que tanto cuidabas porque tu presentación tenía que ser irreprochable. Tus compañeros y tú habías recibido el encargo de acudir a la comisaría del octavo 'arrondissement' y como es habitual, tenías que velar por la seguridad en la bella avenida de los Campos Elíseos.

Te habían designado como punto de estacionamiento en el número 102 de los Campos Elíseos, delante del Instituto Cultural de Turquía. Este tipo de misión, yo lo sé, te gustaba porque protegías los Campos Elíseos y la imagen de Francia, así como la cultura.

En ese momento en ese lugar, lo peor pasó para ti y tus compañeros. Uno de esos sucesos que todos temen y que todos esperan que no lleguen jamás.

Volví a casa por la tarde sin ti con un dolor extremo y profundo que se apaciguará quizás algún día, lo ignoro. Este dolor me ha permitido estar más cerca de tus compañeros que sufren, como tú, en silencio, y como yo. En lo que me concierne, sufro sin odio. Adopto esta postura de Antoine Leiris (su esposa fue asesinada en el Bataclan) ya que me leí y releí sus líneas muchas veces, siendo una lección de vida que me ha hecho crecer tanto que ahora me protege.

Cuando me llegaron los primeros mensajes de que un incidente grave había tenido lugar en los Campos Elíseos y que un policía había perdido la vida, una pequeña voz me dijo que eras tú y me recordó esa fórmula generosa y sanadora: "No tendréis mi odio". Este odio no lo tengo porque no formaba parte de ti ni se corresponde en nada con los designios de tu corazón ni con los valores que han hecho de ti un policía y un guardián de la paz.

Porque el interés general y la protección de todos formaba parte de tus convicciones y la tolerancia y el diálogo eran tus mejores armas. Porque detrás del policía hay un hombre que opta por ayudar a los otros, proteger a la sociedad y luchar contra la injusticia. Esta misión noble que la policía asegura. Como ciudadano, antes de conocerte ya la admiraba. Esta profesión es la única a la que la Declaración de los Derechos Humanos hace alusión en su artículo 12: "Esta fuerza se constituye para el beneficio de todos, y no para la utilización particular de aquellos a los que les ha sido confiada".

Tu otro lado era el del hombre de un mundo de cultura y de alegría, donde el cine y la música ocupaban un lugar inmenso. Cinco sesiones de cine en un día magnífico de sol en agosto no te daban miedo. Y siempre en versión original con esa lengua, el inglés, que querías hablar a la perfección. Tú encadenabas los conciertos, siguiendo a veces a los artistas en su gira completa. Céline Dion era tu estrella, Zazie, Madonna, Britney Spears y tantos otros hacían vibrar nuestras ventanas. El teatro te transportaba y lo vivías plenamente. Ninguna experiencia cultural te hacía echarte atrás. Hasta la peor de la películas la veías el día del estreno, hasta el final, cualquiera que fuese su calidad. Una vida de alegría y de inmensas sonrisas, en la que el amor y la tolerancia reinaban como dueñas incontestables. Esa vida de estrella tú la abandonas como una estrella.

Querría decir a tus compañeros lo cerca que me siento de ellos. Querría decir a tus jefes policiales que he visto la sinceridad en sus ojos y la humanidad en sus gestos. Querría decir a todos los que luchan por evitar que estos hechos ocurran que conozco su culpabilidad y su sensación de fracaso, y que deben continuar luchando por la paz. Querría decir a todos los que nos han trasladado su afecto, a tus padres y a mí, que lo agradecemos profundamente. Querría decir a tu familia que estamos unidos. Y a nuestros más cercanos, a los que se han preocupado tanto por mí, que se han preocupado tanto por nosotros, que son magníficamente dignos de ti.

A ti te quiero decir que permanecerás en mi corazón para siempre. Te quiero. Sigamos siendo dignos y prestemos atención a la paz. Guardemos la paz", explicó. 

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