Beyi Said Esebsi, el anciano llamado a devolver la estabilidad a Túnez

  • Sustituye al último resquicio directo que quedaba del Gobierno de Ben Alí en el nuevo ejecutivo de transición después de la dimisión de Mohamed Ganuchi, aunque él también trabajó a las órdenes del dictador. Varios ministros de uno y otro bando han dimitido tras su nombramiento. Zapatero se ha reunido hoy con él.

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84 años arrastra ya a sus espaldas el nuevo jefe del Gobierno tunecino que tras la dimisión de Ganuchi, reclamada por varios sectores de la antigua oposición al dictador Ben Alí, se ha puesto al frente del proceso de transición hasta las elecciones previstas para mediados de julio. Pero este anciano no lo tiene fácil y nada asegura que siga como primer ministro interino hasta los comicios.

Después de licenciarse en Derecho en París cuando Francia aún era fuerza colonizadora en Túnez, Beyi Said Esebsi se convirtió en asesor directo del expresidente Habib Burguiba, que lideró la descolonización de Francia. Ocupó varios cargos en su gabinete, aunque en los años 70 lo dejó por desacuerdos con Burguiba y se unió al movimiento de demócratas socialistas.

Dirigió la revista opositora "Democracia" hasta que hizo las paces con Burguiba y volvió al Ejecutivo como ministro de Asuntos Exteriores en los años 80. Esebsi dejó el puesto forzado después de que el entonces primer ministro Zine el Abidine Ben Alí –junto al que había trabajado- derrocara en 1987 al padre de la independencia tunecina.

Pero siguió trabajando bajo las órdenes del dictador como embajador en la Alemania Occidental y ejerció presidente de la Cámara de Diputados en los años 90. Ahora hacía 16 años que había dejado la política para volver a ejercer la abogacía.

Según el corresponsal de la BBC en el país, Paul Moss, Said Esebsi es la esperanza para un nuevo futuro. "Participó en el primer gobierno de este país como nación independiente. Ahora se supone que lo dirigirá hacia la democracia", ha afirmado tras su nombramiento. El presidente Fued Mebaza destacó la calidad de demócrata de Said Esebsi al nombrarle.

Sin embargo, el hecho de que el presidente transitorio Fued Mebaza le nombrara unilateralmente tras la retirada de Ganuchi ha sentado mal a más de uno y cinco ministros del nuevo gabinete han dimitido en un espacio de 72 horas. Dos de ellos (el de Industria y el de Cooperación Internacional) son antiguos miembros del partido del depuesto Ben Alí, pero otros dos pertenecen a la oposición. Ni unos ni otros parecen estar satisfecho con el cambio, ya sea por su nombramiento unilateral o por desacuerdos ideológicos con este demócrata socialista.

"Los tunecinos son lo suficientemente inteligentes como para saber que [el nombramiento de Said Esebsi] no es un verdadero cambio: han cambiado la cabeza, pero no el régimen", opina insatisfecho Siad Cherni, un abogado y activista de derechos humanos tunecino en declaraciones a Al Jazeera.

Por si los desacuerdos en el gabinete interino fueran pocos, a estas dificultades para Said Esebsi se le suma la crisis humanitaria que ya comienza en Túnez por los miles de refugiados llegados desde Libia.

El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, y la ministra de Exteriores, Trinidad Jiménez, son los primeros representantes de un gobierno occidental en visitar el inestable Túnez donde aún hoy hay protestas en las calles tratando de asegurarse de que la caída de Ben Alí no haya sido en vano.

Zapatero ha mostrado su apoyo al Gobierno de transición tunecino y a la oposición con un viaje que ya tenía previsto cuando Ganuchi estaba al frente del gabinete. En cualquier caso, el Gobierno español se apuntará un tanto por ser el primero en ofrecer ayuda al nuevo Túnez, algo que puede resultar muy útil en previsión de nuevos acuerdos comerciales.

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