El gobierno francés abre una nueva etapa de reformas para impulsar su economía

    • La llamada Ley Macron, ideada por el Ministro de Economía del mismo nombre, ha provocado una nueva rebelión socialista ante las 'minirreformas' previstas.
    • Este miércoles se presentará ante el Consejo de Ministros las Ley Macron, una serie de reformas que han sido fuertemente criticadas desde su propio partido.
El ministro de Economía de Francia, Emmanuel Macron
El ministro de Economía de Francia, Emmanuel Macron
AFP

"La economía francesa debe ser modernizada". Tajante, el gobierno francés quiere empujar definitivamente a su economía, todavía renqueante. Lo hará con un nuevo paquete de reformas este miércoles, ideado por su joven ministro de Economía, Emmanuel Macron, que será presentada ante el Consejo de Ministros junto a su Primer Ministro, Manuel Valls.

Es la llamada 'Ley Macron', que pretende revitalizar una economía estancada, pero que antes de ser presentada ya es objeto de fuertes críticas. "Hace falta asegurar la confianza, simplicar las reglas que estancan la actividad económica y reforzar las capacidades de crear, de innovar y de producir de los franceses y en particular, de la juventud", asegura el texto que será presentado este miércoles.

Una sere de reformas, calificadas por algunos como las más importantes del gobierno de Hollande,que se enfrentarán al voto de los diputados galos el próximo 22 de enero, en la Asamblea Nacional y que ha sido fuertemente criticada por los propios diputados socialistas, que han disputado varias de las reformas propuestas. El gobierno, consciente del valor incendiario de sus intenciones, ya las ha matizado en parte y ha recalcado que está abierto a propuestas y rectificaciones.

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Entre las más polémicas está la del trabajo dominical: el gobierno quería permitir hasta 12 domingos laborables al año, frente a los 5 que se permiten actualmente. Según los acuerdos hasta el momento, serían 7 los domingos que finalmente se podrían trabajar cada año y los que se presentarán en la reforma. No es el único objeto de críticas, aunque las medidas más polémicas ya han sido retiradas. Entre ellas, la reforma de las profesiones sanitarias, el proyecto sobre desechos radioactivos y la reforma de los tribunales de comercio.

Permanecen no obstante medidas como la reforma de los trabajadores del mundo legal: el gobierno quiere abrir el acceso al sector y apostará por la libre instalación, aunque con limitaciones, de nuevos notarios, y quiere reducir sus altas tasas. Además, los socialistas han criticado reformas que cambiarían el rol de los sindicatos dentro de las empresas, las nuevas tarifas en peajes y la posible privatización de aeropuertos, como los de Niza y Lyon, que sí que se presentarán este miércoles. Otras medidas propuestas son liberalizar la creación de empresas de transporte en autobús y de permisos de conducir.

Además de lo propuesto, que aún podrá ser rectificado, los 'rebeldes' socialistas han puesto en duda el momento elegido para sacar a la luz estas reformas. Unas medidas impopulares pondrían sobre las cuerdas al partido en las próximas elecciones departamentales, que se celebran en marzo y las primarias del Partido Socialista, previstas para junio. No obstante, las críticas de socialistas, sindicatos y profesionales chocan con la gran aceptación del público francés: un 70% está a favor de la apertura de comercios en domingo y un 58% asegura que votaría la ley si fueran parlamentarios.

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Una prueba de fuego para Macron, sin duda. El joven ministroha sido descrito desde el principio de su llegada al poder como un 'liberal-socialista', una calificación que suena a tabú, casi insulto, en el Partido Socialista francés, del que forma parte. Desde su nombramiento en el mes de agosto, el joven ministro se ha visto bajo el fuego amigo del ala más socialista de su propio partido, que lo ha criticado como 'demasiado liberal'. Este miércoles llega su gran momento: la prueba de fuego que pone también el punto de mira a Valls y Hollande.

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