El 'Gran Hermano' de Sudán

  • En menos de un mes, Sudán se dividirá en dos países. El sur del país se independizará tras un referéndum que se celebró a principios de año. Mientras el norte y el sur combaten por el petróleo, un satélite vigila la futura frontera. Su objetivo: detectar cualquier movimiento masivo de civiles o militares que supongan una amenaza para la población.
Un satélite informa de cualquier movimiento fuera de lo normal, tanto de los civiles como de los militares.
Un satélite informa de cualquier movimiento fuera de lo normal, tanto de los civiles como de los militares.
Satellite Sentinel Project
Santiago Zarraga

'Entra usted en una zona videovigilada'. Carteles con ese mensaje se pueden ver en miles de tiendas, autobuses, restaurantes y edificios de España. Pero no en Sudán. De hecho, allí faltan cámaras para plasmar los abusos de los militares sobre la población.

Una caravana sospechosa salió de El Obeid hacia el sur. Un día después los temores se disipan. Desde Dilling, un informante ha comprobado que se trata de un convoy de ayuda humanitaria. La alarma se apaga ésta vez. Aunque es un caso simulado, el 'Satellite Sentinel Project'o Proyecto Satélite Centinela (SSP) se enfrenta a casos así cada semana.

Desde hace unos meses, los sudaneses pueden estar un poco más tranquilos. Cuidar y vigilar. Un satélite informa de cualquier movimiento fuera de lo "normal", tanto de los civiles como de los militares.

Pero en Sudán, muchas veces, los avisos se acaban convirtiendo en una amenaza real. "Se ha confirmado la destrucción de la tercera parte de los edificios civiles en Abiyán por parte del Ejército sudanés y las milicias del norte". Así informaba el SSP del último ataque sobre los civiles de Sudán, ellos fueron los primeros en detectarlo.

La comunidad internacional tiene puestos los ojos en los más de 1.000 kilómetros que el próximo 9 de julio separarán el norte y el sur de Sudán, tras aprobar en referéndum la independencia del sur. La extensa región y la hostilidad del Gobierno de Sudán en el norte del país hacen que el modelo común de observación de conflictos sea casi imposible de desarrollar, según explican fuentes vinculadas al SSP.

Una nueva aplicación

El proyecto vinculado a la ONU ha mostrado al mundo una nueva aplicación de los sistemas de localización: la protección de los derechos humanos. "Lo bueno de este sistema es que puedes ver casi en directo los movimientos de la población y de los grupos armados", explica a lainformacion.com Nathaniel Raymond, director de operaciones del Harvard Humanitarian Initiative (HHI).

Los últimos 50 años de Sudán han estado repletos de enfrentamientos y conflictos étnicos. El último episodio ha provocado el desplazamiento de 100.000 civiles de la región de Abiyei, según ACNUR. La ciudad se encuentra en la futura frontera y es una de las poblaciones que las dos partes reclaman.

En cualquier momento, el Ejército sudanés puede moverse o poner un nuevo puesto de control. Pero, ¿cómo se reconocen estos movimientos desde un satélite? "Si se perciben los desvíos o bloqueos de carretas y el número o tamaño de vehículos que se observan aumentan", dice Raymond. Por otra parte, los movimientos de la población también pueden ser de gran ayuda y señalar la dirección en la que llega una amenaza. El método es tan trabajoso como sencillo: "Contamos tiendas de campaña", especifica Raymond en una entrevista telefónica.

Demasiados kilómetros para un sólo ojo

De acuerdo, está claro cómo se identifican las amenazas, pero ¿dónde hay que mirar? Sudán es el país más extenso de todo el continente (2.500 kilómetros cuadrados). Varias bases de datos informan al equipo del HHI de los lugares más sensibles, "aunque son pocas en las que en principio podría pasar algo importante", explica el director del Instituto.

Eso sí, "la resolución de las imágenes es limitada". Por eso calculan el número de personas contando tiendas de campaña o determinan los movimientos de los militares teniendo en cuenta el número y el tamaño de los vehículos. "Buscamos fuerzas militares masivas que se estén desplazando", resumen Raymond.

"Cuando las fuentes [sobre el terreno] indican movimientos sospechosos, llamamos a DigitalGlobe para que tome las imágenes", dice el director del HHI. Las fotografías de los satélites tardan entre 24 y 36 horas en llegar, en función de dónde se encuentre el satélite.

Con las fotografías en la mano "buscamos coincidencias con los avisos recibidos", detalla Raymond. "Son chavales", responde al preguntar por su equipo. Unos mil estudiantes voluntarios de la Universidad de Harvard analizan y buscan coincidencias que certifiquen que "los avisos recibidos son amenazas reales".

La unión hace la vigilancia

Otra de las desventajas es el precio. "El sistema es muy caro", reconoce Raymond. Para solucionar el problema de la financiación, el SSP ha encontrado el apoyo en siete empresas y organismos, entre los que se encuentran Google o Unitar (misión de investigación de la ONU). La labor de HHI es analizar y comparar las imágenes obtenidas por los satélites de DigitalGlobe.

Pero ACNUR denuncia que la mayoría de los ataques se producen durante la noche, cuando el 'Gran Hermano' de Sudán no puede ver. "Contamos con detectores de calor, lo que permite observar incendios de casas o focos de fuego", dice Raymond con tranquilidad.

En las últimas semanas, las Fuerzas Armadas Sudanesas (SAF) y miembros del antiguo ejército rebelde del Sur de Sudán se han enfrentado en Abyei y en Kordofan del Sur, con el fin de quedarse con el control de la región petrolera antes de la división del país.

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