Alrededor de 41 presuntos yihadistas habrían muerto en el ataque registrado esta madrugada con aviones norteamericanos contra objetivos del Estado Islámico en Libia.
Según informa The New York Times, la operación ha tenido lugar en Sabratha, localidad a 125 kilómetros al oeste de la capital libanesa, Trípoli. Los mandos norteamericanos advierten, no obstante, de que aún se están evaluando las consecuencias del ataque.
La casa bombardeada al alba quedó destruida por completo, precisó un responsable local libio, Husein al Dawadi.
"El ataque causó 41 muertos, todas las víctimas se hallaban en el interior de la casa", añadió. También dio cuenta de seis heridos. "La inmensa mayoría de los muertos eran tunecinos, probablemente miembros del EI", dijo la fuente.
Según Dawadi, uno de los heridos interrogados por las fuerzas de seguridad "contó haber ido al lugar con otras personas para entrenarse en el combate y que el grupo que los había llevado a Sabrata les vendó los ojos durante todo el trayecto".
Entre los objetivos se encontraba Noureddine Chouchane, implicado en los atentados en marzo de 2015 en Túnez, en el museo del Bardo, donde murieron 21 turistas y un policía,y en la localidad costera de Susa, en la que murieron 38 turistas.
Según el citado diario norteamericano, los presuntos terroristas serían en su mayoría tunecinos que se habían reunido en un edificio bombardeado para seguir un sermón.
Las fuerzas de seguridad libias han informado de que entre los fallecidos se encontrarían también varias mujeres y niños.
La actividad de EI es muy potente en Libia, donde la organización terrorista tiene su rama más arraigada y controla gran parte del territorio. En la zona es además habitual la presencia de grupos afines al Estado Islámico con reclutas foráneos.
El pasado junio, los combatientes del EI capturaron la ciudad de Sirte, a unos 450 kilómetros al este de Trípoli y ciudad natal de Gadafi.
El martes, el presidente estadounidense Barack Obama advirtió que no permitiría al Estado Islámico instalarse duraderamente en Libia, donde se estima cuenta con unos 5.000 combatientes.
"Estamos trabajando con nuestros socios de la coalición para asegurarnos de que aprovechamos la ocasión de impedir que el EI se enraíce en Libia", dijo Obama. "Seguiremos actuando cuando veamos una operación y un objetivo claros", añadió.
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