El nuevo obispo de Kildare critica el proyecto de ley del aborto en Irlanda

  • El nuevo obispo de la diócesis irlandesa de Kildare, Denis Nulty, confirmado hoy en el puesto por el papa Francisco, aprovechó su primer día como prelado para criticar la futura ley del aborto, que calificó de "moralmente inaceptable".

Dublín, 7 may.- El nuevo obispo de la diócesis irlandesa de Kildare, Denis Nulty, confirmado hoy en el puesto por el papa Francisco, aprovechó su primer día como prelado para criticar la futura ley del aborto, que calificó de "moralmente inaceptable".

Nulty, de 49 años, se convirtió hoy en el obispo más joven de la iglesia católica de Irlanda y en el responsable de una diócesis donde el puesto de obispo ha permanecido vacante durante más de tres años tras la dimisión de Jim Moriarty por su implicación en casos de abusos sexuales contra menores.

En su primer mensaje, el nuevo obispo cargó hoy contra el proyecto de ley del aborto que el Gobierno de Dublín presentó la semana pasada, actualmente bajo revisión de un comité parlamentario antes de ser sometido a votación por las dos Cámaras irlandesas.

La nueva legislación está encaminada a autorizar en Irlanda, uno de los países más restrictivos respecto al aborto, la interrupción del embarazo cuando la vida de la madre esté en peligro, lo que incluye también la amenaza de suicidio.

Nulty insistió hoy en que el respeto hacia la vida "no puede nunca reducirse a una elección o a una línea de tiempo arbitraria".

"Las madres se merecen nada menos que el mejor tratamiento médico y psiquiátrico disponible, sobre todo durante el embarazo, cuando la vida de dos personas, la de un no nacido y la de una madre, están en juego", declaró el líder religioso.

Nulty reprodujo también el comunicado emitido la semana pasada por la Conferencia Episcopal irlandesa, en el que todos los prelados afirmaron que "la decisión deliberada de privar a un ser humano inocente de la vida es siempre moralmente incorrecta".

En la actualidad el aborto es ilegal en Irlanda menos cuando la vida de la madre está en riesgo pero está sujeto a la interpretación de los médicos, que tienden a negarse a interrumpir embarazos por miedo a consecuencias legales o por convicciones religiosas en un país mayoritariamente católico.

La nueva ley sustituirá a la normativa actual, que permite interrupciones del embarazo en circunstancias muy limitadas siguiendo directrices muy vagas recogidas en la Constitución, lo que provoca que más de 4.000 mujeres de este país viajen cada año al Reino Unido a abortar.

El borrador propone ahora que las interrupciones del embarazo en casos no considerados "de emergencia" se practiquen en unidades de ginecología del servicio público de salud, después de que dos médicos certifiquen que existe un "riesgo sustancial y real" para la vida de la madre.

Si se trata de una emergencia, un solo médico podrá decidir si es necesario practicar un aborto para salvar la vida de la embarazada.

La inclusión de la amenaza de suicidio como motivo para abortar es la cláusula que más preocupa a los sectores conservadores, pues creen que abrirá la puerta en Irlanda a lo denominan "abortos a la carta".

Mostrar comentarios