Bronca entre Rivera e Iglesias antes del 'paripé' de la reunión a tres

  • La cita 'a tres' viene precedida por la bronca entre Rivera e Iglesias, este miércoles en el Congreso. 

    Ambos llegan con las posturas más distanciadas que nunca. El PSOE trata de mediar, sin saber cómo.     

Rivera saca el tema de la financiación de Podemos
Rivera saca el tema de la financiación de Podemos

Podemos y Ciudadanos llegan a su esperada reunión a 'tres' con el PSOE en el momento más delicado de sus relaciones.

El cruce de reproches durante el debate sobre el acuerdo UE-Turquía, de este miércoles en el Congreso, hace esperar que el encuentro se convierta en un auténtico polvorín. Y no han sido los únicos.

LINVID20160407_0002

Los de Rivera y los de Iglesias aprovecharon la sesión para enzarzarse en varios asuntos. Primero, sobre la presunta financiación ilegal de Venezuela, motivo del que se valió el presidente naranja para atizar a Podemos. El partido emergente le respondió invitándole a acudir a los tribunales. 

Después, los propios líderes entraron directamente en disputa. Iglesias reprochó a Rivera su "cuñadismo ideológico" que le sirve igual para "vender preferentes que para intervenir en una tribuna".  El aludido le reprobó su "amiguismo" para colocar a dedo a sus afines. 

El dirigente de Podemos aprovechó para alargar la mano al PSOE para construir un gobierno de cambio, a la 'valenciana', con otras fuerzas de izquierda. 

Así, salvo mayúscula sorpresa, el encuentro de este miércoles nace estéril. Será más bien una toma de contacto para que los grupos se saquen la foto y midan sus diferencias y desconfianzas.  Y sus desconfianzas.

Los de Rivera advierten de que las distancias con los de Iglesias se miden “a años luz”. “Tenemos conceptos antagónicos en el concepto de soberanía nacional y en políticas económicas”, observó este miércoles el portavoz parlamentario, Juan Carlos Girauta.C's desconfía de que el PSOE busque el acuerdo 'valenciano'

El endurecimiento de la postura, en las últimas horas, ha reducido drásticamente las posibilidades de alcanzar algún acuerdo. La exigencia a Podemos para que vote 'sí' al conocido como pacto de “El Abrazo”, suscrito entre su partido y los socialistas, es el primer obstáculo. Los de Iglesias no se han planteado esa opción en ningún caso. Ni siquiera-salvo en el debate interno-la abstención.

En segundo lugar, la petición a Sánchez para incluir a ministros de Ciudadanos en un hipotético gobierno compartido bloquea aún más cualquier diálogo. Podemos rechaza compartir el mismo gobierno.

El tono es también árido hacia el PSOE. La intención de estas medidas, confirman desde la formación 'naranja', no es otra que atar en corto el acuerdo conjunto. Desconfían de que los socialistas traten de pactar a sus espaldas un acuerdo 'a la valenciana', la propuesta de izquierdas de Iglesias, por el que se quedarían en la estacada.

Rivera marca su autonomía de los socialistas

Esa desconfianza no es nueva, y se avivó ya la pasada semana, después de que Sánchez se viese con Iglesias en el Congreso de los Diputados. El encuentro, el segundo entre ambos líderes, generó recelos. El socialista hubo de convocar una reunión previa, la tarde anterior, con Rivera para calmar ánimos y prometerle su fidelidad al acuerdo.

No ayuda, tampoco, el hecho de que Sánchez se reuniese en Barcelona con el líder republicano, Oriol Junqueras, como se ha conocido este miércoles. Desde Ciudadanos, el rechazo a los partidos independentistas es total. El PSOE aclara que en esa reunión no se trataron asuntos de la negociación y se matiza que el líder socialista, de hecho, tiene atadas las manos para lograr la presidencia apoyado por los nacionalistas, en virtud del mandato de su Comité Federal.

Los de Rivera consideran que sus cesiones para llegar a un acuerdo han llegado a su límite. No prevén acudir al encuentro con nuevas ofertas, ni siquiera con una actitud flexible, como les reclaman desde el PSOE. Las diferencias se resumen, de hecho, en varios ejes en los que son contrarios a Podemos: los plazos para la reducción del déficit, la soberanía nacional o el consenso en la lucha contra el terrorismo. Puntos, advierten,  innegociables.El PSOE desconfía del interés electoral de Podemos y de C's

Desde el PSOE se trata públicamente de quitar peso a este cambio de actitud. Aunque la desconfianza sobre las intenciones de Ciudadanos es patente. “Confío en la buena voluntad de todos”, resumió este martes el portavoz parlamentario Antonio Hernando. Asumió, también, que los de Rivera no les habían informado de sus cambios de criterio.

Los socialistas tratan de teatralizar su voluntad mediadora. Son optimistas, aunque no explican cómo piensan hacer para desencallar la 'guerra fría' entre Podemos y Ciudadanos y, en su lugar, se limitan a evasivas: convertiremos, dicen, las “incompatibilidades” en “afinidades”.

Saben que el acuerdo con Ciudadanos debe ser respetado, que no habrá nuevas cesiones. Pero aún así advierten de que no se levantarán de la mesa hasta que los tres lleguen al pacto.

Desde el PSOE desconfían de que los de Rivera intenten torpedear un acuerdo para dejar abiertas sus aspiraciones a entenderse con el PP. Los últimos sondeos refuerzan esta tesis: un pacto entre los de Rajoy y Ciudadanos podría lograr la mayoría absoluta en una nueva convocatoria de elecciones.

Los mensajes, en cambio, van dirigidos a Podemos. El portavoz del PSOE en el Senado, Óscar López, pidió este martes a Iglesias que “permita pasar página” para arrancar el gobierno.

La desconfianza hacia los de Iglesias es también patente. Más desde la pasada semana, cuando el líder 'morado' anunció que renunciaría a la aspiración de ser vicepresidente en un gobierno compartido, y dejó la pelota en el tejado de Ciudadanos: o abstención para permitir un acuerdo de izquierdas, o fin de las negociaciones.Fecha límite: 22 de abril

Los socialistas creen que detrás de este órdago hay un claro interés electoral para responsabilizar al partido naranja de una nuevas elecciones y de que, en su caso, vuelva a gobernar el PP.

Con estos mimbres, la reunión de este jueves tiene pocas posibilidades de arrancar algún acuerdo. Desde Podemos, de hecho, le quitan relevancia y la enmarcan en una mera “toma de contacto”.

“Es difícil que fracase”, afirmó el portavoz en el Congreso, Íñigo Errejón, en referencia a que, en ella, no se tratarían detalles concretos de Gobierno.

Por ello, un segundo encuentro parece asegurado. Desde Podemos se trata de boicotear las relaciones entre PSOE y Ciudadanos advirtiendo de los encuentros que llevan tiempo manteniendo con los de Sánchez. Reuniones en las que sí se trataron, deslizó ayer también Errejón, temas de programa.

La cita permitirá así a los grupos escenificar sus estrategias: al PSOE, prolongar al máximo la condición de presidenciable de Sánchez, a Podemos, marcar su voluntad negociadora para desalojar al PP del Gobierno y evitar elecciones. Y a Ciudadanos, para defender su autonomía con respecto a los socialistas, y recuperar un espacio que ahora parecía perdido: el de su votante de derecha, profundamente escéptico tras el acuerdo firmado con Sánchez. Todos se marcan una fecha límite, en torno al viernes 22, para lograr un pacto.

Mostrar comentarios