Sánchez echa mano de la vieja guardia para liderar el "centro"

El PSOE ha sacado este jueves sus conejos de la chistera y ha revelado con precisión meridiana cómo enfoca la nueva convocatoria de elecciones.

Los fichajes del exministro Josep Borrell y de la magistrada Margarita Robles revelan la intención de la dirección socialista de reconciliarse con una parte de su electorado de siempre, desmotivado por los vaivenes de los últimos tiempos.

Ambos, en su día en los gobiernos de Felipe González, respaldarán desde distintos puestos la estrategia socialista para el 26-J.  Robles, como número dos de Sánchez en sustitución de Meritxell Batet y Borrell como asesor del gobierno “a la sombra”.

De este comité “de sabios”, que Sánchez puso en marcha ya antes del 20-D, forman parte también varios exministros socialistas, como Jordi Sevilla o Ángel Gabilondo. Según fuentes socialistas, la composición de este grupo no tendría por qué corresponderse con un futuro gobierno del PSOE, aunque se da por seguro que la mayoría de nombres sí repetiría en ese caso.En esos posibles cargos estarían  Ángel Ubide, en política Exterior, Ángel Gabilondo en Educación, Cultura y Deportes,Rafael Bengoa en Sanidad, Jordi Sevilla en Economía, Sami Nairen Cooperación e Inmigración, Maurici Lucena en Política Industrial,Patxi López en Libertad y Seguridad, Teresa Ribera en Cambio Climático, Silvina Barcigalupo en el área de Transparencia empresarial, Magdalena Valerio en Bienestar Social, Mariluz Rodríguez en Empleo y Victoria Camps en Ética.Indefinición del PSOELos fichajes responden al nuevo intento del PSOE por reforzar su liderazgo en el centro, un espacio que el pasado 20-D fue pretendido por todas las fuerzas políticas. Desde la dirección socialista se interpreta que  la alianza electoral entre Podemos e IU ha desbaratado la estrategia de la "moderación" que Iglesias puso en marcha en diciembre para llevar definitivamente al partido a su "espacio natural": la izquierda radical.

En paralelo a este argumento, que será constante en la campaña, el  PSOE quiere trasladar la idea de que sólo ellos representan a la izquierda moderada y responsable, la que puede romper con las políticas de la derecha de Rajoy, pero sin comprometer las relaciones con las instituciones europeas ni poner en riesgo la unidad española.

Entre la dirección de Sánchez, de hecho, ha calado la posibilidad de atraer a parte de los votantes de Podemos e IU que pueden ser contrarios a la coalición. Los primeros, por recelar de la izquierda "republicana" y "comunista", los segundos por antipatía hacia Pablo Iglesias. 

El diagnóstico que hace un importante sector crítico del PSOE es que la falta de indefinición del partido es en este momento una de sus graves amenazas y puede abrir la puerta al temido sorpasso.Cataluña y los "sabios", prioridades en campaña

El equipo de Sánchez, pilotado por su responsable de Estrategia, Óscar López, trabaja en una campaña más personalista, que continúe con el tono presidencialista que el secretario general ya mostró cuando fue designado por el Rey para tratar de formar gobierno. El PSOE dará también un especial protagonismo en campaña a sus nuevas incorporaciones, tanto como respaldo en diferentes actos como parte fundamental de la base programática del partido.

Sánchez presentará este ejecutivo en la sombra este fin de semana, en Barcelona, una circunscripción clave para el PSOE, y muy minada por el empuje de Colau y En Comú Podem. La coalición, de la que forma parte de Podemos, fue primera fuerza el 20-D, mientras que el PSOE fue desplazado al tercer puesto.

Con este acto, el líder socialista quiere también dar empuje a Batet, su hasta ahora número dos y nueva candidata del PSC por Barcelona en sustitución de la exministra Chacón.