Las siglas no cuentan el 22-M en los pueblos candidatos al almacén nuclear

  • Madrid.- Ni siglas ni ideologías: en los ocho pueblos que aspiran a albergar el almacén de residuos nucleares los partidos se olvidan de sus colores y pasan de la postura más antinuclear a la defensa acérrima de la instalación según el voto que quieran captar en cada municipio.

Madrid.- Ni siglas ni ideologías: en los ocho pueblos que aspiran a albergar el almacén de residuos nucleares los partidos se olvidan de sus colores y pasan de la postura más antinuclear a la defensa acérrima de la instalación según el voto que quieran captar en cada municipio.

Los alcaldes actuales de estas localidades se aferran a su pretensión de albergar el Almacén Temporal Centralizado (ATC) -no en vano fueron los encargados de defender estas candidaturas-, y sus contrincantes, salvo excepciones, no dudan en oponerse, sin importar las consignas generales de sus partidos, para arrebatarles el sillón.

Cuatro alcaldes independientes, tres del PP y uno de CiU gobiernan en estos pueblos en los que la contienda política se centra en el debate sobre el almacén, aunque a veces va más allá y se convierte en una dura batalla entre un regidor que lleva muchos años en el cargo y sus rivales, que hacen lo posible por echarlo.

FUKUSHIMA ASUSTA, PERO NO CAMBIA POSTURAS

El terremoto de Japón y el accidente nuclear que provocó en la central de Fukushima ha creado inquietud en estos municipios, pero no ha alterado las posturas: los pronucleares siguen siéndolo y los antinucleares también, aunque en este último caso han aumentado sus protestas y citan el siniestro nipón como otro ejemplo de que la energía nuclear es peligrosa.

En Ascó -entre los favoritos para hacerse con la adjudicación-, ya hay una central nuclear y el alcalde, Rafael Vidal, insiste a Efe en que tienen "la mejor candidatura técnica posible" y apuesta por el ATC porque supondría una "continuidad de los beneficios" que la energía nuclear ha dado a esta zona.

Con un expediente abierto por su partido (CiU) por defender el almacén -aunque le han permitido volverse a presentar- Vidal se enfrenta, entre otros, al ex alcalde Antonio Casanova, que concurre como independiente y apuesta por celebrar un referéndum para que el pueblo decida si quiere el almacén.

El ayuntamiento cuenta con cuatro concejales de CiU y uno del PSC, Josep Martínez Costa, que apoyó en su día la candidatura al ATC y por eso ahora no ve necesario hablar de ello ni en su programa ni en su campaña. "La decisión está tomada, ahora depende de lo que diga el Estado", explica a Efe.

En Castilla y León hay tres municipios aspirantes: los vallisoletanos de Melgar de Arriba y Santervás de Campos y el palentino de Congosto de Valdavia.

Eduardo Vicente, alcalde de este último por el PSOE y candidato a la reelección como independiente, mantiene su defensa del ATC por las oportunidades que generaría en un municipio con poco más de doscientos habitantes.

Congosto tiene pocas posibilidades para lograr la adjudicación, entre otras cosas porque sus normas urbanísticas lo prohíben. El PP y el PSOE no la quieren, y hay en sus listas integrantes de la plataforma ciudadana que la rechaza.

El regidor de Santervás de Campos, Santiago Baeza (PP), está convencido de que el ATC es la única forma "de supervivencia" del municipio, mientras la cabeza de lista del PSOE, María José Lora, se sintió en la obligación de presentarse ante la "fobia" que le da la posibilidad de que se instale el almacén en su pueblo.

Óscar Fernández opta de nuevo a la alcaldía de Melgar de Arriba, aunque ha cambiado las siglas de Candidatura Independiente por las del PP, por "beneficio del pueblo", el mismo que a su juicio supone el almacén temporal.

En Albalá (Cáceres), ninguno de los siete concejales del equipo de gobierno que pidió el ATC -cinco independientes y dos populares- aspira a la reelección.

El candidato del PP en este municipio opta por la consulta popular para decidir si se mantiene la pretensión del almacén; IU plantea su campaña desde el rechazo absoluto a la instalación y el PSOE prefiere no pronunciarse.

UN ARMA ARROJADIZA EN EL COMBATE AUTONÓMICO DE CASTILLA-LA MANCHA

El debate sobre el ATC ha alcanzado a la campaña autonómica castellanomanchega, símbolo de la contienda entre el PP y el PSOE en estas elecciones.

Dos son los aspirantes en Castilla-La Mancha: Yebra (Guadalajara) y Villar de Cañas (Cuenca), ambos gobernados por el PP y en los que los candidatos socialistas a la Alcaldía han prometido retirar la candidatura al ATC si ganan las elecciones.

El presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, que comenzó la campaña en Yebra, arremete constantemente contra la "ambigüedad insoportable" que, en su opinión, muestra la candidata del PP, María Dolores de Cospedal, sobre este tema.

Cospedal, por su parte, apenas se pronuncia, aunque dijo en marzo que estaría dispuesta a que la comunidad acoja el almacén, pero no en la provincia de Guadalajara.

¿Significa eso que lo aceptaría en Villar de Cañas, por estar en Cuenca?

En este pueblo el alcalde, el popular José María Sáiz, defiende la candidatura y la aspirante socialista, Olga Bravo, asegura que un "pilar" de su campaña es la promesa de retirar al pueblo de esta carrera si resulta vencedora en los comicios.

EL PECULIAR CASO DE ZARRA

"El PP y el PSOE no van contra el almacén, van contra el alcalde, y no les importa hacer daño al pueblo".

Son palabras de Juan José Rubio, el polémico regidor del municipio valenciano de Zarra, el mejor situado en esta carrera seguido de Ascó y los dos municipios castellanomanchegos.

Alcalde desde las primeras elecciones democráticas, imputado desde hace años por varios delitos relacionados con la corrupción urbanística y expulsado por ello del PSOE, Rubio es un defensor a ultranza del almacén de residuos.

Mantuvo en 2007 la alcaldía tras presentarse como independiente y, según asegura a Efe, metió a Zarra en la carrera por el ATC porque está convencido de que supondría una importante inyección económica y revitalizaría la actividad y el empleo de la comarca.

A once kilómetros está la central nuclear de Cofrentes, donde, subraya, "no puede ocurrir lo que pasó en Japón bajo ningún concepto" y cuyos trabajadores son los únicos con "buenos sueldos" en la zona, frente a los demás, que "subsisten como pueden".

Asegura además que cuenta con más de 300 currículos de jóvenes de la comarca que trabajarían en el almacén, con el que el pueblo podría doblar su población actual -de poco más de 500 habitantes- y tener trabajo durante "cien años como mínimo".

Una visión muy distinta a la del candidato socialista, Vicente Pérez, para quien la lista de currículos son en realidad promesas de un trabajo a cambio de votos para Rubio, y la excusa de la revitalización económica esconde el deseo de un beneficio personal para el alcalde.

Según Pérez, el regidor se ha "atrincherado" con un grupo de vecinos, sobre todo la colonia de británicos que se instaló en Zarra y que votan a Rubio porque les dio permiso para construir.

La candidatura al ATC es, en su opinión, la gota que colma el vaso. "Meter en un pueblo tan pequeño un proyecto tan grande es anular el pueblo", dice Pérez.

La candidata del PP, Isabel Rubio, no quiere hacer declaraciones, aunque según Pepe Cerdá, el portavoz de la plataforma antinuclear de la zona, Tanquem Confrents, los populares de Zarra también son contrarios a la ATC y lo llevan incluso en su programa electoral.

En cualquier caso se palpa la tensión y las enemistades que, en un pueblo pequeño como éste, van más allá del debate sobre una instalación que, por otra parte, no quiere para nada el Gobierno autonómico valenciano.

A LA ESPERA DE RESPUESTA

La carrera que comenzó en 2004 -con una resolución del Congreso que reclamaba el almacén- sigue sin resolverse.

Tras un primer informe estudiado por el Consejo de Ministros en septiembre de 2010 y más de cien alegaciones, quedan otros pasos como la evaluación de impacto ambiental, según ha reconocido el Gobierno, que mantiene aplazada su decisión sine díe.

Tal vez el Ejecutivo prefiera esperar a que se formen los nuevos gobiernos municipales y a conocer la postura de los nuevos alcaldes, si es que hay cambios.

Patricia de Arce

Mostrar comentarios