La izquierda francesa comienza a elegir este domingo a su candidato al Elíseo

  • La sombra de Hollande lastra a Valls y da opciones a los exministros Hamon y Montebourg, aunque sigue siendo favorito.

    Siete candidatos aspiran a ocupar el hueco dejado por François Hollande, que se ha hecho a un lado lastrado por una impopularidad en niveles máximos.

La izquierda francesa comienza a elegir este domingo a su candidato al Elíseo
La izquierda francesa comienza a elegir este domingo a su candidato al Elíseo
E.P
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El centro-izquierda francés tiene este domingo su primera cita con las urnas, en unas primarias que llegan marcadas por la tendencia a la baja de un Partido Socialista que no termina de tocar fondo. Los sondeos vaticinan un horizonte negro para el vencedor de estas elecciones internas, sea quien sea.

Siete candidatos aspiran a ocupar el hueco dejado por François Hollande, que se ha hecho a un lado lastrado por una impopularidad en niveles máximos. Por primera vez en la V República, un presidente en ejercicio ha decidido no aspirar a la reelección.

El ex primer ministro Manuel Valls es el sucesor natural de Hollande, pero precisamente su cercanía al actual presidente ha terminado lastrando sus aspiraciones políticas. Un sondeo divulgado el miércoles por BVA-Salesforce vaticina un posible bloque anti Valls en segunda vuelta.

Así, aunque terminaría la primera vuelta en primer lugar con un 34 por ciento de los votos, perdería en segunda ronda frente a cualquiera de sus rivales más directos: los exministros Arnaud Montebourg y Benoît Hamon. Ambos han sabido sacar partido a sus discrepancias públicas con las políticas de Hollande y presentarse como alternativa.

Hamon, defensor de una renta universal y de la legalización del cannabis, ha ido progresando en intención de voto conforme se acercaba la primera cita con las urnas, hasta el punto de que figura empatado o incluso por delante de Montebourg, al que la mayoría de los sondeos daban prácticamente por seguro en la segunda vuelta del 29 de enero gracias a un programa de marcado carácter económico y que promueve el proteccionismo.

El resto de aspirantes (Jean-Luc Bennhamias, Sylvia Pinel, François de Rugy y Vincent Peillon) no tienen opciones, si bien podrían ser claves si deciden apoyar a alguno de los dos candidatos más votados. Peillon, exministro y eurodiputado, rondaría el 7 por ciento de los sufragios.CLAVES DE LA JORNADA

Una de las claves de la jornada electoral será el nivel de participación, que en cualquier caso será considerablemente menor que la obtenida en noviembre por los partidos conservadores. Entonces, 4,6 millones de ciudadanos galos participaron en la votación que confirmó la candidatura de François Fillon.

El Partido Socialista y el resto de formaciones menores que se han sumado a estas primarias esperan movilizar al menos a dos millones de personas, algo 'a priori' posible. La encuesta de BVA-Salesforce prevé que entre 1,9 y 2,6 millones de electores acudan a alguno de los 8.000 centros que se habilitarán.

Las normas establecen que podrán votar todos los ciudadanos mayores de edad o que cumplan 18 años antes del 23 de abril de 2017, fecha de la primera vuelta de las elecciones presidenciales. También podrán participar menores de más de 16 años o extranjeros, siempre y cuando militen en algunos de las formaciones participantes: Partido Socialista, Unión de Demócratas y Ecologistas (UDE), Generación Ecología, Frente Demócrata, Partido Ecologista y Partido Radical de Izquierda (PRG).

Los votantes deberán pagar un euro y firmar una declaración de adhesión a los valores de la izquierda, un trámite que también fue obligatorio en el caso de las primarias del centro-derecha.HORIZONTE COMPLICADO

Una vez pasado el trámite de las primarias, al candidato que resulte vencedor le espera un camino cuanto menos complicado hasta la cita de abril, en la que el abanico de opciones parece más abierto que nunca. Fillon y la líder del ultraderechista Frente Nacional, Marine Le Pen, son los favoritos en primera vuelta.

Los distintos escenarios planteados por las encuestas sitúan a los aspirantes socialistas no sólo fuera de la segunda vuelta, sino hasta en una virtual quinta posición. El centrista François Bayrou, que aún no ha confirmado si se presentará, y el exministro Emmanuel Macron, candidato ya en firme, podrían terminar de hundir al actual partido gobernante.

Los socialistas observan con especial preocupación el caso de Macron, un exministro de 39 años que ha decidido ir por libre para aspirar, por primera vez, a un cargo electo. Desde que dio un paso al frente ha sumado respaldos a izquierda y derecha del espectro político, como lo demuestra el apoyo ofrecido por cuatro exministros conservadores que no se sienten identificados con la línea dura de Fillon.

Un reciente sondeo de Odoxa situó la horquilla de voto para Macron entre el 16 y el 24 por ciento, lo que le dejaría con opciones de luchar codo con codo con Le Pen y Fillon por un sitio en la segunda y definitiva vuelta del 7 de mayo.

Un diputado socialista ha reconocido en declaraciones a la agencia Reuters que dos terceras partes de los diputados del partido podrían acabar aliándose con Macron si en las primarias triunfa un candidato demasiado izquierdista.

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