LOS OBISPOS PIDEN A LAS FAMILIAS QUE SE IMPLIQUEN EN LA ACOGIDA DE 3.500 MENORES NO ACOMPAÑADOS

La Conferencia Episcopal Española (CEE) pidió este viernes a las familias españolas, especialmente a las católicas, que se involucren en facilitar un hogar para los 3.500 menores no acompañados que hay en España.
Según dijo Juan Antonio Menéndez Fernández, obispo miembro de la Comisión Episcopal de Migraciones, durante la presentación de la Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado, que la Iglesia celebra este domingo 15 de enero, si no es posible el reagrupamiento familiar, hay que buscar que los menores “vivan lo mejor posible” en un ambiente hogareño.
Por ello, el prelado planteó tres retos. A nivel humanitario pidió proteger los derechos del niño “y del ambiente necesario para que se pueda desarrollar, sobre todo en familia, a veces difícil de garantizar desde las administraciones”, por lo que hizo “un llamamiento a las familias para que acojan en su seno a estos menores que vagan de un sitio para otro”.
También se refirió al reto cultural de fomentar el encuentro y una convivencia “en paz” y al reto pastoral de la interculturalidad y de la sociedad interreligiosa que se está construyendo.
En el marco de la jornada, que lleva por lema 'Menores migrantes vulnerables y sin voz. Reto y esperanza', los obispos españoles se suman a la petición del Papa de poner el foco en los menores migrantes y refugiados, pero también en su integración, con “soluciones estables” trabajadas desde las causas que provocan la migración.
POLÍTICAS DE EMERGENCIA
“El Gobierno español está haciendo un esfuerzo importante en la acogida de refugiados y está habilitando fondos para acogida. Pero en los últimos tres o cuatro años las partidas para integración de inmigrantes se han aproximado a cero. Es decir, que estamos con unas políticas de emergencia humanitaria a corto plazo y no estamos construyendo políticas a largo plazo”, denunció el secretario general de Cáritas Española, Sebastián Mora, que también participó en la presentación celebrada en la sede de la CEE en Madrid.
Mora concretó que ese esfuerzo del Ejecutivo “debería y puede ser mayor” y que habría que “medir” esas políticas “no sólo por el dinero que se dedica, sino por la cualidad de los procesos”, donde encuentra “la gran crítica” que hacer.
Mora, que dijo que “a todos se nos debería caer el alma a los suelos” ante el contexto de los refugiados y migrantes que quieren buscarse un futuro mejor en Europa, especialmente en el caso de los menores, denunció también que en España se produzcan “situaciones kafkianas” como que casi 20 menores fuesen internados en CIE el año pasado por falta de “exactitud” en las pruebas que se les realizaron para detectar su edad.
DEVOLUCIONES EN CALIENTE
Respecto a las devoluciones en caliente en Ceuta y Melilla, el responsable de Cáritas también criticó que estas devoluciones impidan detectar si se está expulsando a menores, “vulnerándose los derechos humanos de los niños, bajo la capa de control de fronteras, terrorismo y de una supuesta invasión de personas que vienen de países del sur”.
Por ello, agregó, los menores quedan atrapados ente las normativas de extranjería y de menores, pues mientras una busca el orden público y el control, la otra debería proteger a los niños.
José Luis Pinilla, director del Secretariado de la Comisión Episcopal de Migraciones, recalcó que “la Iglesia pide la posibilidad de identificación”, como ha solicitado en reiteradas ocasiones, y espera “que el nuevo Gobierno lo estudie”.
Durante su intervención, insistió a mantener latente “durante todo el año” la campaña “para que no se produzcan imágenes como las del niño Aylán” o las de los cadáveres de niños en las heladas tierras europeas como ocurre en la ola de frío actual en Europa.
Según datos de Save the Children, el 34% de los muertos en el mediterráneo son niños, “de los que no podemos ver la foto porque están en el fondo del Mare Nostrum”, sentenció Mora.
Pinilla también aseguró que “no es una campaña sólo de Iglesia”, con lo que se sumó a las iniciativas “que están haciendo muchísimas organizaciones sociales y civiles para abordar este fenómeno”.

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