Pablo Iglesias, el profesor que revolucionó la política española

Apasionado y sincero para unos, peligroso y populista para otros, el profesor universitario Pablo Iglesias revolucionó en sólo dos años los cimientos políticos de España, colocando su partido como principal adversario del conservador Mariano Rajoy.

Nacido en 2014, su partido antiausteridad y de izquierda radical Podemos puede dar la campanada en las elecciones del domingo y desbancar al centenario Partido Socialista Obrero Español (PSOE) como segunda fuerza y líder de la izquierda.

"La historia nos pertenece y la hacen los pueblos", gritó en el último mitin del viernes, citando al chileno Salvador Allende, ante unos seguidores entregados que gritaban "¡Pablo presidente!".

La intensa vida política desde la creación de Podemos no cambió la imagen de este joven del madrileño barrio obrero de Vallecas, que sigue luciendo su larga coleta y casi nunca viste traje.

Se dio a conocer manejando su propio programa televisivo sobre política, una experiencia que explica su buena oratoria en debates, en el parlamento europeo (donde estuvo en 2014-2015) y desde enero, en el congreso de diputados, como jefe de filas de su partido.

Su nombre es el mismo que el del fundador del PSOE, Pablo Iglesias, y no es casualidad. Sus padres, republicanos de izquierdas, se conocieron a los pies de su tumba y lo bautizaron en su honor.

A veces de tono hiriente, otras tierno como "un cordero", Felipe González, el antiguo jefe de gobierno socialista, uno de sus feroces detractores, le llegó a diagnosticar "un desdoblamiento de personalidad".

Uno de los ataques más envenenados de Iglesias fue contra González, recordando los comandos de policía clandestina que durante su mandato en los 1980 asesinaron militantes del grupo separatista vasco ETA.

El pasado del PSOE está "manchado de cal viva" dijo hasta en dos ocasiones Iglesias, que después reconoció su error.

Pero también puede ser divertido y accesible, llevar a una presentadora en su moto roja o entonar el "Comandante Che Guevara" con su guitarra.

Al crear Podemos junto a un grupo de profesores universitarios en enero de 2014, Iglesias supo captar la estela del movimiento de los "indignados" que nació en 2011 para denunciar las políticas de austeridad, la corrupción y el distanciamiento de los partidos tradicionales con los ciudadanos.

Cinco meses después, fue elegido diputado europeo junto a otros cuatro compañeros de Podemos.

El interés por la política le llega desde joven. Hijo de una abogada laboralista y de un inspector de trabajo encarcelado durante la dictadura de Francisco Franco (1939-1975) por pertinencia a grupo armado, Iglesias se afilió con 14 años a las Juventudes Comunistas.

Después inició una exitosa carrera universitaria: doctorado en ciencias políticas, licenciado en derecho, máster de comunicación y recursos humanos y cinco años de docencia en la Universidad Complutense de Madrid.

Próximo a los movimientos antiglobalización y ávido lector de Antonio Gramsci -fundador del partido comunista italiano-, puede citar a Marx pero también a series televisivas estadounidenses como Juego de Tronos, de la que escribió un libro.

Su antiguo profesor Ramón Cotarelo lo recuerda como un alumno "cariñoso" y "brillante" que sueña con "influir en la cosa pública en un sentido radical".

Una imagen falsa, protesta Antonio Elorza, antiguo compañero de docencia en la universidad. "No te podías fiar (...), no defendía ninguna causa justa por no perder un gramo de poder", asegura.

También enfurece a los dirigentes del PSOE que, en privado, aseguran que este "leninista populista" quiere "eliminar" su partido. Incluso lo acusaron de traición cuando rompió las negociaciones para formar un gobierno en abril.

Próximo al primer ministro griego Alexis Tsipras, su teléfono móvil lleva desde hace tiempo el eslogan "Syriza, Podemos, venceremos".

La derecha prefiere recordarle sus vínculos con Hugo Chávez, el difunto presidente de Venezuela, donde viajó tres veces.

Es el "oportunismo hecho hombre", señala Elorza, mientras que Cotarelo cree que para Iglesias "lo importante es ganar, llegar al poder para ponerlo al servicio de sus ideales".

Mostrar comentarios