Los socialdemócratas suecos giran a la izquierda con su nuevo líder Juholt

  • Berlín.- El Partido Socialdemócrata sueco cerró hoy su congreso de tres días, marcado por el giro a la izquierda de la formación y la elección de un nuevo presidente, Hakan Juholt, con el objetivo de salir de la profunda crisis que atraviesa la que durante décadas fue fuerza dominante del país escandinavo.

Los socialdemócratas suecos giran a la izquierda con su nuevo líder Juholt
Los socialdemócratas suecos giran a la izquierda con su nuevo líder Juholt

Berlín.- El Partido Socialdemócrata sueco cerró hoy su congreso de tres días, marcado por el giro a la izquierda de la formación y la elección de un nuevo presidente, Hakan Juholt, con el objetivo de salir de la profunda crisis que atraviesa la que durante décadas fue fuerza dominante del país escandinavo.

En su primer discurso tras ser elegido, el nuevo líder de la formación se pronunció por el fin de las privatizaciones y por la renuncia a los pronosticados beneficios que tales operaciones comportarán.

Según recogen medios suecos, Juholt dijo que se trata de devolver al ciudadano la sensación de que se le tiene en cuenta "como integrante de una sociedad, no como mera clientela para productos de mercado".

Juholt, de 48 años, asume la jefatura en sustitución de Mona Sahlin y tras una crisis de identidad en la formación, consecuencia de dos derrotas electorales consecutivas.

En las generales del pasado septiembre los socialdemócratas cayeron hasta el 30 por ciento, su mínimo histórico desde 1914, mientras los conservadores del actual primer ministro, Fredrik Reinfeldt, se consolidaron en el poder.

En el congreso Juholt anunció que se opondrán a la privatización del consorcio energético Vattenfall, entre otras empresas con participación estatal.

El nuevo presidente de los socialdemócratas se presentó al cargo como único candidato, después de que otras figuras más conocidas, como la ex comisaria europea Margot Wallström, rechazaran concurrir.

La presidenta saliente, Mona Sahlin, anunció su intención de dejar el liderazgo el pasado noviembre, bajo fuertes presiones internas y tras los desastrosos comicios de septiembre.

Sahlin, representante del ala más moderada, había asumido la presidencia del partido en 2007, como sucesora del ex primer ministro Göran Persson.

Su propósito entonces era aglutinar fuerzas y remontar posiciones, pero no logró derrotar a la Alianza de centro-derecha de Reinfeldt, lo que hundió a la socialdemocracia sueca en una nueva crisis.

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