El mundo empresarial, dividido sobre los efectos de la independencia

  • A dos días del referéndum, el mundo empresarial y el pequeño comercio de Escocia siguen divididos sobre los efectos que la independencia tendría en la economía y en sus negocios, algo que puede palparse en las calles de Edimburgo.

Judith Mora

Edimburgo (R.Unido), 16 sep.- A dos días del referéndum, el mundo empresarial y el pequeño comercio de Escocia siguen divididos sobre los efectos que la independencia tendría en la economía y en sus negocios, algo que puede palparse en las calles de Edimburgo.

Mientras que grandes compañías británicas como la petrolera BP o Kingfisher, de bricolaje, alertan de los peligros de la secesión, y bancos como Lloyds y RBS han amenazado con trasladar a Londres sus sedes, más de 2.600 pequeñas y medianas empresas escocesas cantan los beneficios del autogobierno.

En declaraciones a Efe, Business for Scotland, que agrupa a esos negocios independentistas, sostiene que la marcha del Reino Unido permitiría a la empresa escocesa tener más voz.

"Una Escocia independiente tendrá control sobre sus ingresos y poder de decisión en cuanto a inversiones, regulación y promoción de los bienes y servicios escoceses en el mundo", afirma el director de investigación de la asociación, Michael Gray.

Serkan Ginar, un turco-escocés que regenta una cafetería en el centro de Edimburgo, está de acuerdo en que un país más pequeño -Escocia tiene unos 5 millones de habitantes frente a más de 58 millones del Reino Unido- "puede manejarse mejor".

"Yo pienso con mentalidad empresarial: antes tenía seis comercios y me era más difícil controlarlos, ahora tengo uno y puedo centrarme en él y me va de maravilla", señala.

Con el Saltire o bandera escocesa en las paredes de su establecimiento, Ginar, casado y con tres niños, votará "sí" en el referéndum del jueves porque busca "un futuro mejor" para sus hijos, aunque, según él, a corto plazo la independencia "exigirá esfuerzos y planteará retos duros".

Unos metros más abajo, en la pintoresca Victoria Street, Andrew Howat, de 49 años y barba canosa hasta media barriga, desgrana las virtudes de la secesión en su evocadora tienda de mapas y libros antiguos.

"Yo creo en la autodeterminación, me parece estupendo que los escoceses tengamos la oportunidad de decidir sobre nuestro futuro, no nos dieron esa opción en 1707", cuando se forjó la unión con el Reino Unido mediante el Acta de la Unión, dice a Efe.

"Nunca he votado al Partido Nacionalista Escocés (SNP), pero coincido con (su líder) Alex Salmond en que ya es hora de que los escoceses tengan el gobierno que eligen, y no a los conservadores ingleses, como sucede actualmente", manifiesta.

Howat no cree que la cuestión de la moneda -Londres rechaza una unión monetaria de la libra con una eventual Escocia independiente- sea un problema: "Siempre se han hecho tratos y transacciones y se seguirán haciendo".

Las calles de la capital escocesa vibran estos días en anticipación de la histórica consulta, que genera gran debate entre amigos, colegas y familias, y que, según John Bowan, "causa verdaderas divisiones".

Bowan, de 60 años, tiene una tienda de té e infusiones y opina que la independencia será "fatal" para la economía y para su negocio.

Militante acérrimo del Partido Laborista británico y "contrario a todos los nacionalismos", afirma que "el voto independentista es un voto racista, básicamente antiinglés".

"Si sale la independencia, al día siguiente sin falta traslado mis cuentas bancarias a Inglaterra", declara a Efe este tendero, que califica de "viles traidores" al cerca del 40 % de votantes laboristas que, según las encuestas, se decantarán por la secesión.

Christopher Smyth, dueño de una tienda de tarjetas y decoraciones navideñas que luce una figura de la reina Isabel II en el escaparate como reclamo turístico, ha hecho cuentas y concluye que con la independencia saldrá perdiendo.

"El pequeño comercio hoy en día subsiste gracias a varias fuentes de ingresos y yo dependo en un 50 % de las ventas por internet. Con la independencia aumentaría el coste de enviar productos por correo al resto del Reino Unido y mi mercado inmediato también se reduciría", explica.

Frente a la división de opiniones y argumentos contrapuestos, hay también empresarios y comerciantes que ya tienen claro cómo beneficiarse pase lo que pase.

Es el caso de la excéntrica tienda de curiosidades y objetos de regalo "Museum Context", que vende "Pasaportes escoceses" por una libra esterlina, "válidos a partir del 19 de septiembre".

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