Tres policías birmanos murieron a machetazos este sábado a manos de asaltantes que luego fueron abatidos en el noroeste del país, escenario de choques entre budistas y musulmanes.
Los ataques se produjeron en la aldea de Lac Ai, cerca de la ciudad de Maungdaw, epicentro de la violencia interreligiosa, precisó el ejército mediante un comunicado.
"Los policías han matado a continuación (a los asaltantes) a disparos cuando huían de la zona del ataque" indicó la misma fuente.
Un ataque contra una comisaría en la frontera con Bangladés en la madrugada del 9 de octubre, en el que murieron nueve policías, provocó una oleada de violencia comunitaria en esta zona del estado Rakhine, una región aislada del oeste de Birmania, donde viven miserablemente decenas de miles de musulmanes de la etnia de los rohingyas.
Al menos 29 personas murieron en choques con la policía, según los medios de comunicación oficiales.
Esa violencia recuerda los enfrentamientos interreligiosos de 2012, que causaron más de 100 muertos y decenas de miles de refugiados.
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