El brasileño Kleber Mendonça Filho, que presenta el martes en Cannes su segundo largometraje "Aquarius" defiende a través de un cine social con toques fantásticos la supervivencia del individuo frente a los cambios arrolladores del capitalismo.
Llegado por primera vez a Cannes hace dos décadas como crítico de cine, Mendonça Filho entró a los 47 años al exclusivo club de aspirantes a la Palma de Oro con esa película protagonizada por Sonia Braga.
Entre esos dos momentos de su carrera, saltó a la fama en 2012 con un primer largometraje, "Sonidos vecinos", ganador de premios en más de una decena de festivales internacionales y catalogada por el New York Times como una de las diez mejores del año.
Asistió casi dos decenas de veces al Festival de Cannes, pero esta vez como abanderado de América Latina con el único filme de la región que compite por la máxima recompensa.
El filme cuenta la historia de una jubilada (Sonia Braga), ex crítica musical, que resiste a los intentos de un promotor inmobiliario por desalojarla de su apartamento en el edificio "Aquarius", que como ella es un vestigio del pasado en una sociedad y un paisaje urbano transformados.
"La película es sobre cómo vivir la vida que uno quiere y no seguir los designios de gente con intereses comerciales", dijo el realizador a la AFP.
Mendonça Filho nació en 1968 y pasó la infancia en Recife, capital de Pernambuco en el nordeste brasileño y escenario de sus futuros filmes sobre los efectos colaterales del progreso y la especulación inmobiliaria en un Brasil en plena transformación.
Tras graduarse en periodismo, trabajó como crítico cinematográfico para un diario pernambucano, organizó festivales y en los años 1990 comenzó a hacer videos documentales o de ficción.
En sus primeros cortos, como "Electrodoméstica" (2005, Quincena de Realizadores en Cannes) o "Recife frío", ya afloran las temáticas recurrentes de su futura filmografía.
Los personajes de Mendonça Filho luchan por la supervivencia en el entorno hostil que el realizador acepta definir como "horror social".
Mendoná Filho dijo que la idea de "Aquarius" le vino tras sentirse acosado por llamadas publicitarias a su celular para venderle tarjetas de crédito, suscripciones a un canal de televisión y otros productos.
Un ataque del mercado para obligar a la gente a comprar lo que no desean. Su filme sobre esta mujer que lucha por conservar sus recuerdos y su forma de vida es un acto de resistencia.
"Me fascinan los documentos y los archivos", explica el cineasta.
Aunque realista, abre la puerta a elementos tomados del cine de horror. Un horror que según el director "proviene del sistema social".
Mendonça Filho está casado con la productora francesa Emilie Lesclaux, que junto a Salles también coprodujo "Aquarius".
Brasil estuvo ausente del certamen de Cannes cuatro años, desde "On the road" (2012) de Walter Salles inspirada en la novela de Jack Kerouavc. El gigante sudamericano ganó la Palma de Oro en 1962 con "El pagador de promesas" de Anselmo Duarte.
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