En un discurso durante el funeral del que fue presidente de Chile de 1990 a 1994, que este sábado se ha celebrado en la Parroquia de Santa Cruz en Madrid, Margallo ha declarado que Alwyn ha sido "ese hombre imprescindible que la democracia chilena necesitaba".
Margallo ha hecho hincapié en el legado que, a su juicio, dejó Alwyn: "Un Chile democrático, próspero, un referente en tantos ámbitos con un peso indiscutible en la comunidad internacional", ha afirmado, recordando que durante su mandato "se centró en asentar las bases del consenso que el país necesitaba".
Asimismo, el ministro de Exteriores ha destacado la amistad que Alwyn mantuvo con España porque "era consciente" de sus vínculos y porque "apreciaba" la cultura española.
Según ha subrayado Margallo, "fue una figura caracterizada por el pragmatismo y la prudencia". Además, ha alabado su "altura de miras" a la hora de buscar el consenso político.
"Nos deja uno de los hombres imprescindibles. Su figura ocupa un papel destacado en la historia de Chile y el espacio Iberoamericano", ha concluido el ministro.
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