Sheila Loewe pone rumbo a Nueva York

  • Sheila Loewe pone rumbo a Nueva York para llevar a la capital del mundo la Primera Edición de los Premios Loewe Craft Prince, un nuevo sueño familiar que padre e hija ven cumplido después de dos años de duro trabajo. Tras años de mecenazgo apoyando con éxito la poseía y la danza, la Fundación Loewe se vuelca ahora en la artesanía, recordando así los orígenes de la casa de 1846.
Sheila Loewe pone rumbo a Nueva York
Sheila Loewe pone rumbo a Nueva York
CHANCE
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Con este nuevo premio anual internacional, que en su primera edición ha recaído en el ebanista alemán Ernst Gamperl, esperan mostrar y celebrar la excelencia, la innovación y el mérito artístico de la artesanía moderna, apoyar a los artesanos y ayudar al reconocimiento de la artesanía dentro del marco cultural. Nos recibe para contárnoslo en la emblemática tienda de la calle Gran Vía, la más antigua de la firma, donde estos días puede verse la primera muestra fotográfica de Miror White, con la que la fundación pone su granito de arena en PhotoEspaña

CHANCE: Participáis un año más en Photoespaña*

Sheila Loewe: Así es, llevamos siete años participando y siempre muy contentos, a parte de formar parte del festival más importante de toda europa, a nosotros nos da la excusa perfecta y preciosa de tener contenido cultural en una tienda tan especial como esta, la más antigua de Loewe.

CHANCE: Habéis elegido para la ocasión presentar por primera vez el trabajo del fotógrafo Minor White*

S.L: Sí, por primera vez se puede ver en España una exhibición de su obra en exclusiva, desde que nos lo propuso nuestra comisaria Maria Millán nos encantaró su potencia como fotógrafo pero además la magia del personaje ha sido también determinante, por su especial encanto. Escribía poesía, tenía una inquietud y una sensibilidad especial, muy torturado en vida por su homosexualidad hubo muchas fotos preciosas que nunca se atrevió a enseñar por no perjudicar su carrera. Es un personaje a descubrir, es muy bonito poder apoyar desde la fundación a personas importantes que no han tenido en vida el reconocimiento que se merecían.

CHANCE: Y de aquí a Nueva York*

S.L: Sí, ahora me marcho a Nueva York a inaugurar la exposición con una gran expectativa, luego va a Tokio y en junio lanzamos la segunda edición del premio. Estamos creando un premio internacional de la nada, es un orgullo.

CHANCE: ¿Cómo ves el mundo de la artesanía?

S.L: En el mundo en general es uno de los temas, el temazo del momento, se mezcla con el diseño y el arte y tiene un poco de todo, se ha convertido en un lujo. Sin embargo en España tendría que estar mejor, tenemos muy buenos artistas artesanos y poca gente dedicada a promocionarles y apoyarles.

CHANCE: ¿Cómo ha cambiado las cosas que por primera vez haya una mujer de la familia en la empresa?

S.L: Es verdad que soy la primera mujer de la familia que está en la empresa pero no creo que haya cambiado mucho, en todo caso para bien, no hemos salido perdiendo con el cambio de género. Para mí es un honor y una responsabilidad porque las mujeres tenemos que hacerlo todo todavía mejor. Pero Loewe es un mundo de mujeres, aquí hay muchas jefas, empezando por la presidenta. En la empresa están en minoría los hombres, las mujeres se desarrollan y triunfan.

CHANCE: ¿Qué consejos recibes de tu padre?

S.L: Suena muy cursi pero es lo que me dijo, que "deseaba, esperaba y estaba seguro de que yo iba a saber trabajar con la excelencia que Loewe y la fundación Loewe se merecen" y ahí estamos todos los días.

CHANCE: No es poca presión*

S.L: No, pero más trabajo que presión, responsabilidad diría yo

CHANCE: ¿Qué diferencias has encontrado trabajando para los tuyos?

S.L: Esto te importa más, mis otros trabajos me encantaban pero no tenías el valorarlo como algo propio, que han creado tus antepasados y la fundación en concreto mi padre. Eso lo sientes como un orgullo y una suerte, te siente muy afortunada de poder dedicar mi tiempo a un proyecto así. Además tengo la suerte de que por mi trabajo voy a cosas maravillosas, ate, danza, fotografía, es un trabajo lleno de cosas bonitas e interesantes.

CHANCE: ¿Cómo eres en el día a día?

S.L: Muy normal, mis amigos me describirían como maravillosamente normal. La gente se cree que voy todo el día vestida de Loewe pero no es así, me encantan los bolsos de Loewe, sin embargo si me ves un fin de semana con mis niños, a lo mejor no me saludas de las pintas que llevo, tirada con mis vaqueros jugando al fútbol con ellos. Tengo dos niños, de cinco y siete años e intento que no salgan perdiendo con mi trabajo. Haciendo magia.

CHANCE: ¿Has conseguido conciliar?

S.L: Estoy intentándolo pero no es fácil, es complicado pero hay que conseguirlo, no se puede dejar, no pueden perder los niños.

CHANCE: ¿Estáis educando a la siguiente generación para seguir en la empresa?

S.L: Enrique es el primer nieto de mis padres, tiene dieciséis años. Todos, desde pequeñitos, a nosotras también, de mayor queríamos ser Loewe, es bonita esa ilusión, nosotras cuando éramos pequeñas teníamos claro que algo de Loewe no podía ser ni feo ni malo, llevamos la camiseta y ellos también han heredado eso, luego la vida dirá.

CHANCE: Qué recuerdas del Loewe de tu infancia?

S.L: Recuerdo tener la suerte de que todas las personas que trabajaban en Loewe lo sentían como el proyecto de su vida y acababan formando parte de mi familia, eso es muy bonito. Conocí desde muy pequeña a grandes personajes como José Luis Toribio, Tornero o la directora de la tienda de Loewe, que acaba de fallecer, es la madrina de mi hermana pequeña. La gente que hacía posible Loewe era una extensión de la familia. Y era gente creativa y con una sensibilidad especial porque mi padre sabía atraer a lo mejor del mundo de la cultura. Cuando éramos pequeñas e íbamos a la tienda de Serrano con Jorge Juan para nosotras ir a la oficina de papá era un planazo, nos metíamos en el almacén y nos recibían muy bien, revolvíamos todo.

CHANCE: Perdisteis a tu abuelo hace un año, ¿Que legado os ha dejado?

S.L: Fue quien levantó la empresa tras la guerra civil, estudió matemáticas en Alemania y su idea de futuro era otra pero le prometió a su padre en su lecho de la muerte cuidar la empresa familiar. Él fue quien paso de las deudas al salto internacional. De origen alemán, era el ejemplo de trabajo, exigencia, rigor y excelencia, no voluntario sino sí o sí. Eso es muy buena escuela, cuando tu valoras tanto tu producto te dejas la piel y sólo consientes que los de alrededor hagan lo mismo.

CHANCE: ¿Eres una jefa muy exigente?

S.L: Sí pero en el buen sentido, me gusta hacer equipo y en ese sentido tengo mucha suerte, estoy rodeada de grandes profesionales.

CHANCE: ¿En qué te pareces a tu padre?

S.L: En el sentido del honor y la inquietud por dedicar mi tiempo a cosas bonitas pero también mucho a mi madre, ella es más gamberra que mi padre y yo también, no lo puedo evitar. Desde muy pequeñitas, aunque nos parecía un rollazo, nos llevó por esos caminos tan bonitos y ahora se lo agradecemos.

CHANCE: ¿Recibisteis una educación muy exigente?

S.L: Una combinación, hemos ido al colegio alemán las tres, al mismo al que van mis hijos. En casa mi madre era la más exigente académicamente, muy sargenta, ella es la que no nos ha permitido nunca despistarnos. Mi padre es más respetuoso y relajado, más romántico y libre. El resultado ha sido respeto pero con garantía de éxito, esa combinación es la que yo creo que ha hecho que a las tres nos haya ido bien académicamente.

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