Adler Olsen: Detrás de cada personaje malvado, "siempre hay un chico bueno"

  • Júlia Talarn.

Júlia Talarn.

Barcelona (España), 9 feb.- El célebre escritor danés de novela negra Jussi Adler Olsen considera que la clave del triunfo de sus novelas recae en el hecho de mostrar a sus lectores que, detrás de cada personaje malvado, hay "un chico bueno" y que "el secreto está en saber mostrarlo".

Con más de 30 traducciones, los libros sobre "Los casos del departamento Q" y su divertido y amargado detective Carl Mørck, cuyas investigaciones han dado el salto a la gran pantalla el último año, han convertido a Adler Olsen en el escritor de novela negra más vendido de su país y en un fenómeno de masas en Estados Unidos y en Alemania, donde sus admiradores le reconocen por las calles.

En una entrevista con EFE en su piso del barrio de la Barceloneta de Barcelona (noreste del país), el escritor, tertuliano en la edición actual de la BCNegra, ha reflexionado sobre su trayectoria como escritor y sobre su popularidad internacional, una fama que se plasma en una larga lista de traducciones a la que, justo esta semana, se le debe sumar otra en Bangladesh.

Aparte de sus tramas trepidantes, el gran culpable de su éxito es el ingenioso e inteligente Carl Mørck, un detective relegado al departamento de casos antiguos y olvidados que, según el autor, tiene mucho de él mismo, "aunque yo no lo supe hasta al cabo de un tiempo", bromea Adler Olsen, quien añade que comparten "gandulería e ocurrencias humorísticas", además de una "risilla característica".

"Mørck es como la mayoría de la gente: está cansado de tener que trabajar con gente inútil y está desencantado con su vida en general", remarca el autor danés, quien señala que este decaimiento es el motivo principal por el cual sus superiores lo relegan a un departamento medio olvidado, donde se supondría que no "tendría que molestar".

Como John Irving en "Las normas de la casa de la sidra", Victor Hugo en "Nuestra Señora de París" o Charles Dickens, Adler Olsen utiliza su pasión por la escritura para poner de relieve los "secretos de los hechos turbulentos de la historia".

Como hizo en "Expediente 64", la última novela traducida al castellano, en la que denunciaba la práctica de la eugenesia en la Dinamarca de mitad de siglo XX, algo que, según el escritor, demuestra que "los daneses no tenemos un pasado tan perfecto como creemos".

Para Adler Olsen, la estructura de la novela de misterio permite exponer las injusticias ante el lector de una forma "apasionante" y obliga al autor a ponerse en la piel del criminal, lo que acaba "humanizando al malo de la historia" y hace que el lector desee que, a pesar de todo, "sobreviva", porque siempre tiene dentro a un "chico bueno".

Las tramas de "Los casos del departamento Q" siempre se desarrollan a través de un tejido de pequeñas historias independientes que se van cruzando y combinando, lo que permite que el lector vaya conociendo la vida de los protagonistas, al mismo tiempo que las historias de los criminales, y que el autor dé rienda suelta a su imaginación en diferentes direcciones.

A pesar de esto, Alder Olsen, asegura tener siempre en mente el eje principal de la trama, protagonizado por la vida de Carl y sus dos ayudantes, una serie que se cerrará con la entrega del décimo volumen, una cifra que el autor espera poder completar escribiendo desde su piso del barrio marinero de la capital catalana.

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