Alaska: "Nacho Canut y yo tenemos un gran secreto, no nos comunicamos mucho"

  • Javier Herrero.

Javier Herrero.

Madrid, 26 feb.- Alaska y Nacho Canut acumulan más de tres décadas juntos a través de diversas denominaciones artísticas como la de Fangoria, la más reciente, bajo la que hoy publican su octavo álbum de estudio que, entre otras cosas, trata la importancia excesiva que en su opinión se otorga a la comunicación.

"Nacho y yo tenemos un gran secreto: no nos comunicamos mucho. No nos decimos las cosas y eso está muy bien", declara Alaska en una entrevista con Efe ante el lanzamiento de "Cuatricomía" (Warner Music), en la que sentencia que "la supervivencia de las relaciones humanas pasa por callarse algunas cosas".

También la muerte, el rencor, la reivindicación personal y el escapismo de una realidad opresiva -como en el sencillo "Dramas y comedias"- inspiran muchas de las dieciséis nuevas canciones de esta producción que, "más que un disco, son cuatro", cada uno de un color según sus "pilares estilísticos": pop, rock and roll, gótico y música electrónica.

"Reinventarse es muy difícil y muy complicado y no sé si somos capaces", reconocen ellos, que no sienten tampoco esa necesidad y que en este trabajo lo que han intentado es separar en cuatro EP (discos de duración media) las facetas que les hacen ser quienes son.

Para ello, han contado en las labores de producción con la colaboración de Guille Milkyway, Los Pilotos -esto es, Florent y Benin de Los Planetas-, los Sigue Sigue Sputnik y Jon Klein -de la banda Specimen-.

"Nos dimos cuenta que daba igual que lo hagas con cuatro productores diferentes. Al poner tu voz y tus letras, es tu disco", considera Alaska.

Destaca especialmente el trabajo fraguado junto a Milkyway, artífice de La Casa Azul, que les vuelve a llevar sobre la senda de Dinarama. Sobre él, dice Alaska en la nota de prensa del lanzamiento que "es el productor que Carlos Berlanga nunca tuvo".

Su nuevo espectáculo en vivo, que comenzarán a pasear a finales de abril, se separará del pomposo concepto de revista de su anterior gira y apostará por la luz como principal forma de expresión, con Canut y Alaska vestidos de riguroso negro.

Será un contraste con la colorida portada de este álbum, nuevamente obra de Juan Gatti, que ha añadido toda una serie de símbolos con "trasfondo esotérico" como el obelisco, el agua y los cerezos en flor.

"Gatti pretendía hacer una postal de esas que comprabas en los años 60 o 70, de esas en las que salía una parejita y Suiza. Es algo muy inquietante porque el resto del disco no va por ahí", señalan estos músicos.

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