Amadou: "La música te hace olvidar la crisis, e incluso la guerra"

  • Amadou & Mariam presentan en el Festival Cruïlla Barcelona su último disco, "Folila", en el que mantienen su espíritu festivo e inciden "en la capacidad de la música para hacer olvidar la crisis y hasta la guerra", ha dicho a Efe el miembro masculino de esta pareja de músicos invidentes de Mali.

Barcelona, 5 jul.- Amadou & Mariam presentan en el Festival Cruïlla Barcelona su último disco, "Folila", en el que mantienen su espíritu festivo e inciden "en la capacidad de la música para hacer olvidar la crisis y hasta la guerra", ha dicho a Efe el miembro masculino de esta pareja de músicos invidentes de Mali.

Amadou no habla de guerra en el sentido figurado, sino en el real, ya que el norte de Mali está en estos momentos en guerra desde que el grupo independentista tuareg Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad (MNLA) se levantó en armas contra el poder central.

"Estoy muy preocupado por lo que está pasando y por la destrucción de monumentos", ha dicho Amadou, en referencia a los mausoleos de Tombuctú arrasados por los extremistas.

No obstante, Amadou está convencido que "la música no será nunca destruida" por el avance de los integristas, porque "está muy arraigada en la cultura de Mali".

Amadou (guitarra y voz) y Mariam (voz) son la pareja musical más famosa de Mali, y desde principios de los ochenta interpretan composiciones sencillas y pegadizas, que parten de los ritmos tradiciones de su patria, abiertos a influencias diversas, como el blues norteamericano y el mambo cubano.

En sus concierto y sus discos, que generalmente se enmarcan en el llamado "afro-blues", se pueden escuchar instrumentos procedentes de diferentes latitudes, como el ney egipcio, los violines de Siria, las trompetas cubanas, tablas indias y percusión Dagón.

Pero la capacidad de absorber géneros musicales de esta pareja no tiene límites, como demuestra su último disco, en el que participan artistas como Santigold, TV On The Radio, Jake Shears de Scissor Sisters, el rapero Theophilus London y el guitarristas de Yeah, Yeah, Yeah, Nick Zinner, todos ellos estadounidenses.

"Hay muchos norteamericanos, es cierto, pero no lo hemos hecho porque queramos ganarnos el mercado estadounidense, sino porque nuestra base es la música de Mali y el rock y el blues estadounidense, por lo tanto es normal que conectemos musicalmente con músicos americanos", ha aclarado Amadou.

En Europa empezaron a darse a conocer en el año 2000, cuando grabaron en París "Tjé Ni Mousso", en el que colaboraba el guitarrista español Manuel Soto Noly, y se afianzaron en 2003, año en el que Manu Chao produjo el disco "Dimanche à Bamako".

Amadou es consciente de que el público español conoce sobre todo "Dimanche à Bamako", por lo que ha avanzado que, aunque el concierto de mañana se centrará básicamente en su último disco, "el estilo es el mismo", ya que la pareja sigue "una evolución lógica y sin saltos bruscos".

El concierto de Amadou y Mariam tendrá lugar en el Parc del Fórum, en la primera sesión del Festival Cruïlla, en la que también participa M.I.A. e Iggy Pop, entre otros.

Mariam Doumbia y Amadou Bagayoko son, además de pareja musical, pareja sentimental desde que hace más de 30 años se conocieron en un instituto para invidentes de Mali.

En estos momentos están embarcados en un proyecto llamado "Eclipse", que transcurre en total oscuridad y cuya intención es que el espectador del concierto se sumerja en una experiencia sensorial con efectos sonoros y olfativos.

"Es una experiencia muy interesante porque durante el tiempo que dura el concierto nosotros, que somos ciegos, y el público, está en igualdad de condiciones. Eso ayuda a crear conciencia sobre la situación de los discapacitados y, además, permite a los videntes sentir la música de una manera diferente", ha explicado Amadou.

El cantante es consciente de que la industria de la música utiliza cada vez más la imagen en los conciertos en vivo, con juegos de luces espectaculares, pantallas gigantes y vídeos especialmente diseñados para el concierto.

"Es una evolución natural del espectáculo musical. Me parece bien, pero no es incompatible con intentar sentir la música a oscuras. Las sensaciones y emociones que percibes en cada caso son diferentes", ha concluido.

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