Sevilla, 11 nov.- La producción italo-marroquí "Amor en la Medina", que concursa en la sección oficial del Sevilla Festival de Cine Europeo, trata de romper algunos tabúes muy arraigados en la sociedad marroquí, como el de contar con escenas de contenido sexual y amor apasionado, según ha explicado su director, Abdelai Laraki.
En conferencia de prensa, Laraki ha asegurado que no ha renunciado a incluir estas escenas, que incluyen un desnudo integral aunque algo velado por la sombra de la joven actriz Ouidad Elma, pese a saber que con ellas su película cosechará menos público en Marruecos, lo que atribuyó a costumbres sociales y al peso de la religión.
Laraki ha contado que cuando la película se proyectó en la última edición del Festival de Tetuán, los 1.200 asistentes se enfrentaron al término de la proyección "como hinchas de fútbol", la mitad a favor y la mitad en contra del filme, y ha añadido con humor que menos mal que Ouidad Elma no asistió a ese festival "porque podrían haberla hecho trizas".
La productora del filme, Caroline Locardi, ha contado que incluso el cartel de la película ha tenido problemas, ya que los distribuidores, cuando vieron la foto de Ouidad Elma mordiendo un tomate con gesto de pronunciada sensualidad, pidieron "otro cartel" ante el temor de que las autoridades locales lo retiraran allá donde se colgara.
La película es la adaptación de la novela "Morceaux de choix", de Mohamed Nedali, que obtuvo el Premio a la Francofonía en 2005 y que cuenta una historia de amor apasionado entre dos jóvenes en la época de Hasán II, figura dictatorial que encarna el padre del protagonista masculino.
El papel del joven protagonista masculino lo interpreta Omar Lofti, quien ya ha cosechado dos premios a la mejor interpretación en dos festivales y que no ha podido asistir al de Sevilla.
Ouidad Elma, que trabaja entre Marruecos y París y a la que ya le han surgido varias propuestas de trabajo a raíz de su interpretación en "Amor en la Medina", ha señalado hoy que desde el principio fue consciente de que la película suscitaría polémica, pero que tanto la historia como su personaje la sedujeron desde un primer momento.
El director del festival sevillano, Javier Martín Domínguez, ha confiado en que esta película ayude a la entrada del cine marroquí en España, donde esa cinematografía africana es ignorada, y alabó el filme por "romper tabúes y fronteras".
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