La cantante británica, que falleció trágicamente por una intoxicación etílica accidental hace un año, no disfrutaba cuando se veía obligada a cantar una y otra vez las mismas canciones, según afirma su amigo y colaborador musical Mark Ronson. "Tenía momentos absolutamente brillantes en el escenario y a todo el mundo le gustaba lo que estaba viendo. Pero llegaba un momento en que se cansaba de cantar siempre lo mismo y decidía interpretar una canción de Lauryn Hill en medio del espectáculo. Era demasiado inteligente y talentosa como para aburrirse", comentó Mark. El amigo de la artista apuntó también que Amy grabó muchas de las canciones de su segundo álbum 'Back to Black' en solo dos semanas, y que hasta que no escuchó de nuevo las canciones no se dio cuenta de lo tristes y oscuras que eran sus letras. "Esa fue la primera vez que se hundió, con todas esas letras. Son pura emoción. Dolor. Y tuvo que vivirlo. Lo único que yo tenía que hacer era que sonara bien", contó a la revista Q.
Amy Winehouse se aburría en sus conciertos
- La artista no disfrutaba cuando se veía obligada a cantar una y otra vez las mismas canciones
NOTICIA
03.07.2012 - 00:00h
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