Ángela Molina acaricia la idea de dirigir una película

Huesca.- La actriz Ángela Molina ha asegurado hoy, horas antes de recoger el Premio Luis Buñuel que le otorga el 38 Festival de Cine de Huesca en atención a su trayectoria cinematográfica, que por primera vez ha "acariciado la idea de dirigir una película".

Molina, de 54 años, explicó en rueda de prensa que la idea le surgió hace unas semanas en la isla griega de Salina, mientras rodaba la película "Amor amargo", en fase actualmente de montaje, pero precisó que todavía no le había "llegado" la historia que le gustaría rodar.

En su comparecencia evocó a los distintos realizadores con los que ha trabajado a lo largo de su carrera, como Buñuel, los Taviani, Chávarri, Bigas Luna, Wertmuller y otros, y destacó: "Todos forman parte de mi memoria".

"Recuerdo perfectamente cada director con el que he trabajado y puedo decir que todos me han dado lo que he necesitado en cada momento y si estuvieran aquí esto sería el paraíso. Lo cierto es que las personas nos volvemos a encontrar en algún momento, y eso es la maravilla de la vida", añadió.

Ángela Molina habló con especial intensidad de la figura de Luis Buñuel, de quien dijo tener un recuerdo "muy vivo" y del que evocó su personalidad "desbordante y divertida".

"Lo que hizo Buñuel conmigo todavía no lo sé, pero consiguió que guarde un recuerdo muy potente y real de ese rodaje y de su presencia, generosidad, delicadeza y atención", resaltó.

Dijo, además, del realizador aragonés, que era "muy cercano y divertido pero también muy serio", y subrayó que le había enseñado durante el rodaje cosas que a lo largo de su vida siempre sigue aprendiendo.

Molina, que rodó el pasado verano en Argentina una película con el sevillano Paco Cabeza, de la que dijo estar muy contenta, admitió que gran parte de su carrera cinematográfica se desarrolla en el extranjero, principalmente Italia, pero admitió al tiempo tener una "sana relación" con el cine español.

En su cartera de proyectos se encuentra la reanudación de la serie televisiva "Gran Reserva" y el rodaje de dos películas en Roma en las que abordará el papel de sendas madres que se enfrentan a situaciones difíciles.

Respecto a estas dos películas, ambientadas en la Edad Media y en siglo XIX, la actriz destacó que "son dos madres con personalidades muy fuertes" que se enfrentan a temas sobre los que ella misma teme reflexionar, como la eutanasia.

En relación a la carrera de actriz aseguró sentirse muy satisfecha de trabajar en la actualidad con actores noveles, ya que la falta de experiencia de éstos le obliga a trabajar para componer las escenas, lo que le lleva a aprender nuevas cosas.

Evocó, asimismo, sus escasas inmersiones en el mundo del teatro, donde, según afirmó, se encuentra la "verdadera esencia de lo que significa este trabajo, el contacto con el público, que es algo muy bello y que no se da delante del objetivo de una cámara".