Aníbal Ruiz indulta un gran toro de Cebada Gago en Santa Cruz de Mudela

  • El diestro Aníbal Ruiz indultó hoy un toro de la ganadería de Cebada Gago en la localidad manchega de Santa Cruz de Mudela, un festejo triunfal en el que tanto él como sus dos compañeros salieron por la Puerta Grande.

Juan Miguel Núñez

Santa Cruz de Mudela (Ciudad Real), 8 sep.- El diestro Aníbal Ruiz indultó hoy un toro de la ganadería de Cebada Gago en la localidad manchega de Santa Cruz de Mudela, un festejo triunfal en el que tanto él como sus dos compañeros salieron por la Puerta Grande.

FICHA DEL FESTEJO.- Cuatro toros y dos novillos de Cebada Gago, muy bien presentados, bravos y de excelente juego, con nota sobresaliente para el cuarto, que fue indultado, de nombre "Pensativo", número 163, castaño de capa y de 480 kilos.

Aníbal Ruiz, oreja, y dos orejas y rabo simbólicos.

Agustín de Espartinas, oreja y oreja.

El novillero Sergio Sánchez, oreja y oreja.

La plaza se llenó en tarde espléndida.

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CEBADA GAGO: ASÍ ES EL TORO

Una corrida extraordinaria en lo que a toros se refiere. Una señora corrida de toros, como suele decirse en el argot.

La ganadería de Cebada Gago ha reafirmado hoy en Santa Cruz de Mudela el gran momento que atraviesa, pues ha lidiado una corrida de irreprochable presencia, seria y variada de capa, y con la bravura como santo y seña.

Un encierro bravo en todos los órdenes. Los seis toros llevaron a cabo una pelea espectacular en el caballo y tuvieron además muchísima entrega en el último tercio, embistiendo todos con nobleza y por abajo, con fijeza y prontitud. Una auténtica maravilla. Así, desde luego, debería ser el modelo idílico del toro bravo.

Un prototipo perfectamente representado sobre todo en el tercer toro, cuarto de lidia ordinaria, de nombre "Pensativo", marcado con el número 163 castaño de capa y de 480 kilos, que fue indultado por el torero de la tierra Aníbal Ruiz.

Y menudo fue "Pensativo", un toro serio y en tipo, bravo como sus hermanos en varas, noble y con suma calidad para la muleta. Un toro con fuerza, con mucha clase y "transmisión", y, sobre todo, duración, tanto que después de que la presidencia sacara el pañuelo azul, Aníbal lo siguió toreando a placer por los dos pitones.

Y aunque la importancia del toro fue tremenda, no hay que menospreciar la actuación de Aníbal Ruiz, que estuvo asimismo muy bien con él.

Una faena de mucho ritmo e intensidad, muy completa tanto con el capote como con la muleta, donde ha primado siempre un toreo recio, serio y sin concesiones, perfectamente acoplados toro y torero en lo fundamental en todo momento.

La gente vivió la "obra" con mucha pasión, tanto que, en un alarde de buena y entendida afición, enseguida empezaron a pedir el indulto para "Pensativo", aunque la presidenta en un primer momento no lo veía tan claro.

El torero, en un gesto también de sensibilidad, se desentendió de las recomendaciones del "palco" de que tenía que entrar a matar al astado, hasta que no le quedó más remedio (a la presidencia) que ceder ante la insistente y mayoritaria petición de indulto.

Aníbal paseó las dos orejas y rabo simbólicos y "Pensativo", ejemplo de bravura, volvió con vida a los corrales.

Un momento cumbre, sin duda, y más aún por el marco en el que tuvo lugar: en la plaza cuadrada de Santa Cruz de Mudela, el coso más antiguo de España, inaugurado en el siglo XVII y contiguo al santuario de la virgen que le da nombre, la de las Virtudes, y que hoy se llenó hasta los tejadillos.

El resto de la tarde tuvo también notable interés. El propio Aníbal cortó una oreja del toro que abrió plaza, otro toro excelente de Cebada, al que cuajó una faena serena y de buen argumento artístico.

Agustín de Espartinas paseó un apéndice de cada uno de sus toros, dos "cebadas" también de nota alta, con los que estuvo suficiente y muy capaz.

Cerraba el cartel el novillero Sergio Sánchez, que sustituía al convaleciente Emilio Huertas, y que consiguió también un apéndice de cada antagonista que sorteó en suerte gracias a las ganas y la voluntad que puso por agradar. A todo esto, los dos novillos fueron también de traca.

Al final de tan abigarrada y emotiva fiesta, los tres toreros en la Puerta Grande, pero no así el ganadero, que en ese momento se encontraba en los corrales defendiendo la bravura de "Pensativo", ya que en un primer momento la presidencia intentó que se apuntillara el astado ajustándose a lo que marca el reglamento, pero finalmente se impuso la lógica, y "Pensativo" volverá al campo.-

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