Antonio Muñoz Molina propone viajar por el mundo para combatir la xenofobia

  • Ana Mendoza.

Ana Mendoza.

Segovia, 26 sep.- En una época en la que mucha gente "está empeñada en amar su propia tierra de la manera más cerril", el escritor Antonio Muñoz Molina defiende "la xenofilia" y propone viajar por el mundo para combatir la xenofobia.

"Creo que el amor a los países distintos del nuestro y a sus gentes te permite una mirada diferente", decía hoy Muñoz Molina en el interesante diálogo que mantuvo con otro grande de las letras europeas, el escritor holandés Cees Nooteboom, en uno de los actos más esperados del Hay Festival de Segovia.

Quizá el público que abarrotaba la iglesia de San Juan de los Caballeros esperaba oír una charla sobre las respectivas obras de estos autores o sobre el papel del escritor en el mundo, pero ambos prefirieron hablar de la visión que cada uno tiene del país del otro, de la importancia de la literatura de viajes y también de lo difícil que es superar las heridas de las guerras.

Empedernido viajero, Nooteboom se sintió atraído por el sur de Europa tras la II Guerra Mundial. "Todo era muy triste en Holanda después de la ocupación alemana" y decidió salir de su país haciendo autostop.

Cuando llegó a Italia "todo era diferente", a pesar de que también había sufrido la guerra, contaba esta tarde el escritor holandés, firme candidato al Premio Nobel de Literatura desde hace años.

De Italia viajó a España en 1954 y se encontró con "un país pobre" pero que lo atrapó desde el primer momento. Pasa largas temporadas en nuestro país y tiene casa en Menorca.

"España ha cambiado de manera radical en los últimos sesenta años", decía Nooteboom, autor de libros como "El desvío a Santiago", donde refleja su pasión por España, "El día de todas las almas", "El enigma de la luz", "La historia siguiente", "Hotel nómada" o "Perdido el Paraíso".

Muñoz Molina, Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2013, viajó el año pasado a Menorca con su mujer, la escritora Elvira Lindo, y el descubrimiento de la isla fue simultáneo al de la lectura de un libro de Nooteboom, "La lluvia roja".

El escritor español veía hoy una cierta semejanza entre la trayectoria vital del autor holandés y la suya.

"Él es un holandés que desde 1954 no ha dejado nunca de venir a España y procede de esa cultura holandesa que, de algún modo, es el reverso de lo que fue la cultura española. Viniendo del norte, sintió la atracción del sur, y en mi caso, a mí me ha ocurrido algo parecido aunque al revés:

"Yo vengo del sur, de Andalucía, y siempre me he sentido atraído por el norte", contaba Muñoz Molina, que hace un par de años estuvo en Holanda un par de meses invitado por la Fundación Holandesa de la Literatura.

"Fue un aprendizaje extraordinario el ver cómo puede haber un país tan distinto del tuyo y del que puedes aprender tantas cosas", señalaba Muñoz Molina antes de poner algún ejemplo concreto de esas diferencias entre España y Holanda.

Cuando uno visita los grandes museos de Amsterdam, ve las diferencias que hay entre la gran pintura holandesa del XVII y la gran pintura del Siglo de Oro español, señaló Muñoz Molina.

"Son como dos mundos distintos entre sí. En la pintura holandesa hay la celebración de la vida, del mundo terrenal, del comercio, mientras que en la española abundan los frailes. Pero también ves que, al cabo de los siglos estamos en la misma Unión Europea y es extraordinario ser conciudadanos", decía el autor de "Sefarad" o "La noche de los tiempos".

Cuando Muñoz Molina estuvo en Holanda leyó "mucho" sobre la ocupación alemana de ese país y sobre cómo se recuperó la normalidad después de la guerra.

"En España ha sido muy difícil reconciliarse después de la guerra civil y conocer lo que había pasado", comentó el autor de "El jinete polaco".

Esa dificultad para la reconciliación la atribuyen algunos a que en España "se sufrió mucho, pero cuando uno lee la historia contemporánea de Holanda y comprueba cómo la sociedad también se dividió, ve que, a pesar de ello, la gente ha logrado reconciliarse y perdonar", prosiguió Muñoz Molina.

Cees Nooteboom no cree que, sobre la memoria histórica, se puedan establecer comparaciones entre España y Holanda, aunque sí ve "similitudes" entre la actitud de la derecha alemana en los primeros años después de la II Guerra Mundial y la de la derecha española por esa misma época.

Su opinión sobre la Alemania de las últimas décadas la ha dejado reflejada en el libro que Siruela publicará en noviembre, "Noticias de Berlín. Crónicas de Alemania antes y después del Muro, una obra que recoge las vivencias de Nooteboom durante el año y medio que vivió en Berlín y fue testigo de la caída del Muro y la reunificación alemana.

Nooteboom aludió también a las aspiraciones independentistas de Cataluña cuando, en un momento del diálogo, dijo que frente al triunfo de la globalización, "la reacción son los regionalismos".

"Y yo creo que lo que le sucede a Cataluña tiene que ver con eso, con la búsqueda de lo propio".

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