Arcángel y Marina Heredia triunfan en La Unión

  • Patricio Peñalver.

Patricio Peñalver.

La Unión (Murcia), 6 ago.- En la quinta gala del Festival internacional del Cante de las Minas el cantaor onubense Arcángel presentaba su espectáculo "Desde la tierra" y la granaína Marina Heredia su "Recital de corte clásico".

Los dos jóvenes, que dejaron de ser promesas para ser unos muy buenos cantaores de gran proyección, ofrecieron una gran noche de cante jondo del bueno, cosechando un gran éxito de público, siendo despedidos entre grandes aplausos con el público puesto en pie.

Le tocaba a Marina Heredia actuar en primer lugar y salió sola al escenario cantando por pregones, con vestido negro de volantes y con una preciosa mantilla sobre sus hombros, y cosechó las primeras palmas, continuó con unas alegrías y ya se dejaban notar las palmas de Anabel Ribera y de Jara Heredia que marcaban el compás.

Su guitarrista José Quevedo, "Bolita de Jérez", tocaba suavemente las notas de la malagueña y Marina se arrancaba con esa dulzura, que más tarde en ocasiones se convertiría en voz desgarrada, espoleada por el público que seguía sus cantes muy atentamente, y de la malagueña pasaba a unos excelentes fandangos del Albaicín, acordándose de los cantes de su tierra.

A Marina Heredia que se había venido para arriba definitivamente al parecer le molestaban los zapatos y ni un momento dudó para quitárselos y dejarlos detrás de la silla, y comenzó un buen cante por soleá. Y después acordándose de la tierra en la que estaba quiso hacer unos cantes mineros y dijo: estando donde estamos, voy a cantar con todo mi cariño y quiero hacer un homenaje a la que para mí es uno de los pilares de este cante", refiriéndose a la cantaora de La Unión, Encarnación Fernández, y canto por minera y levantica.

Les siguieron unas escalofriantes seguiriyas, al estilo de la Paquera de Jérez, que fueron muy jaleadas, unos tangos que terminó cantando a capella. Y terminó por bulerías recordando a Camarón de la Isla.

Le tocaba el turno a Arcángel, que a pesar de venir tocado de la garganta, hizo un pedazo de recital, comenzando espectacularmente ligando los tercios de una serie malagueñas, que remataba con una rondeña y unos fandangos de Lucena, conectando con el público, que de vez en cuando murmuraba: ¡Qué bien canta! Y espléndidamente cantaba la caña, un palo flamenco que aparentemente parece fácil y es muy difícil de cantar bien.

Arcángel traía como dos fieles escuderos a dos muy buenos guitarristas, y para cantar por cantes de Levante, en esta ocasión le acompañó Dani Morón para hacer el taranto y la minera. A continuación con el guitarrista Miguel Ángel Corté cantaba muy bien por seguiriyas, siendo piropeado por aficionados que gritaban olés.

Para que descansara el cantaor, se quedaban los dos guitarristas en el escenario y Miguel Ángel Cortés tocaba por tarantas y Dani Morón lo hacia por malagueñas.

El cantaor que ya se había explicado muy bien con sus cantes, ahora tomaba la palabra para decir que tenía la garganta mal y que lo sentía muchísimo y que no podía expresar lo que sentía en ese momento porque estaba cantando con el corazón, matizaba: "son días que salen así". Y sin embargo, a pesar de tener Arcángel esa sensación, en ningún momento dejó de cantar muy bien, sino todo lo contrario.

Después del aplauso del público se arrancó por alegrías, hasta llegar a los sones de los fandangos de su tierra. Al finalizar el público se puso en pie tocándole las palmas durante varios minutos. Y Arcángel agradecido dejó en el aire el sabor de otro fandango cantado a capella.

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