Asa Larsson, el éxito a través de una hábil mezcla de crímenes y religión

  • Madrid.- La sueca Asa Larsson se ha convertido en uno de los últimos fenómenos de ventas de novela negra con dos libros -"Aurora Boreal" y "Sangre derramada"- en los que tiene un especial protagonismo la religión, un tema que en Suecia es más tabú que el sexo, según cuenta la escritora a Efe.

La novela gráfica se hace un hueco en la Feria del Libro
La novela gráfica se hace un hueco en la Feria del Libro

Madrid.- La sueca Asa Larsson se ha convertido en uno de los últimos fenómenos de ventas de novela negra con dos libros -"Aurora Boreal" y "Sangre derramada"- en los que tiene un especial protagonismo la religión, un tema que en Suecia es más tabú que el sexo, según cuenta la escritora a Efe.

Con unas ventas de sus ediciones en español (Seix Barral) de 250.000 y 100.000 copias, respectivamente, Larsson (Uppsala, Suecia, 1966) no parece creerse el éxito de unas historias protagonizadas por una joven abogada, Rebecka Martinsson, y en las que los asesinatos y la religión se mezclan de forma indiscriminada.

Probablemente la intensa relación que Larsson tuvo de joven con la religión está detrás de su interés por estos temas, aunque ni ella misma sabe a ciencia cierta la razón, según explica en una entrevista con Efe poco antes de participar en la Feria del Libro de Madrid.

"Quizás porque leí mucho la Biblia cuando era joven", señala la escritora, criada en un ambiente muy religioso en el que vivió hasta la edad adulta en un país como Suecia, símbolo de las libertades pero en el que es "muy duro hablar de fe, más que hablar de sexo", porque es algo que los suecos consideran "muy privado".

Para los suecos, su relación con Dios "es mucho mas problemática e íntima y personal que la mayoría de los asuntos".

Y es ese ambiente religioso el que ha reflejado en sus dos primeras novelas, especialmente crítico en la primera y más suavizado en una segunda, en la que uno de los personajes clave es Mildred, una "buena sacerdote, con sus problemas, pero con una buena imagen por encima de la mala".

Una mezcla de crímenes y religión que no se repite en sus dos próximos libros -"La senda oscura" saldrá en español en enero de 2011 y el cuarto aún no tiene fecha de publicación- ya que le prometió a su tío, un sacerdote retirado, que aparcaría la temática religiosa.

Aunque Larsson reconoce que la decisión de usar la religión fue algo impuesto por las propias historias, especialmente en "Sangre derramada".

Cuando empezó a escribirlo, pensó que el personaje de Mildred no podía ser de nuevo un miembro de la iglesia, así que trató de hacerla una trabajadora social o una profesora. "Pero el libro no me dejaba".

Sólo cuando se dio por vencida y aceptó que fuera una sacerdote, el libro empezó a funcionar. "¿No es eso raro?", se pregunta Larsson, que sin embargo reconoce que el punto de partida de sus novelas siempre es algo que aparece de repente, no una idea buscada.

Así le pasó cuando decidió dar un rumbo a su vida.

Era 1998, trabajaba como abogada y estaba de baja por maternidad tras el nacimiento de su primera hija. Con una vida infeliz que le empujaba a buscar algo creativo que le permitiera vivir en un mundo imaginario.

Y fue la fotografía del hijo de una amiga la que le hizo crear una imagen: la del joven tendido sobre la nieve, sangrando y con los ojos abiertos hacia la aurora boreal.

Esa visión le acompañó hasta que comenzó a preguntarse quién le había matado y por qué y así empezó a escribir su primera novela, "Aurora Boreal", que apareció por primera vez en Suecia en 2003 y que ya ha superado en su país el millón de ejemplares vendidos.

Un éxito inesperado -"¿quién hubiera pensado que iba a ser siquiera publicada?"- que se añadió a la felicidad que había encontrado en la escritura, que para ella era como tomar vacaciones de su vida en el materialista mundo de los abogados.

"Aurora Boreal" fue el primero de los seis libros que Larsson tiene previsto escribir con la misma protagonista, Rebecka Martinsson y en la misma localidad: Kiruna, situada a 145 kilómetros al norte del Círculo Polar Ártico y con apenas 20.000 habitantes, entre los que está la escritora.

Una sociedad cerrada y dominada por las adversas condiciones climatológicas que está muy bien reflejada en las novelas de Larsson.

Y mientras está enfrascada en el quinto libro, viaja para promocionar los anteriores, con la vana esperanza de hacer algo de turismo en esos viajes.

"He estado en Madrid y Barcelona y no he visto nada. Incluso parte de mi última novela la escribí en una casa que alquilé en una zona desértica de la costa este de España, cerca de Valencia", pero ni así ha conseguido ver algo.

"Una amiga mía alquiló una casa y estábamos escribiendo todo el tiempo. Ni siquiera nos veíamos. Yo corría por la playa por la mañana. Nos reuníamos a las 6 para hacer la cena y ver dos episodios de 'Six feeth under', pero no vi nada", dice sin parar de reír.

Alicia García de Francisco

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