El tribunal correccional de París pronunció el sobreseimiento de Ribes y de la editorial que publicó la obra en francés.
La Alianza General contra el Racismo y por el Respeto de la Identidad Francesa y Cristiana (Agrif) alegaba que la obra presenta la iconografía cristiana como una imagen de terror y barbarie.
Aunque ciertas frases pueden "parecer provocadoras para ciertos lectores (...) no por ello pueden ser consideradas como incitadoras al rechazo o al odio de los cristianos", estimó el tribunal.
Rodrigo García es "conocido por su irreverencia, su gusto de la provocación" y "la mayoría de los propósitos demandados" tienen "evidentemente una dimensión humorística o satírica que prohíbe tomarlos al pie de la letra" y no pueden inducir por ello a "animosidad alguna o sentimiento de rechazo respecto a quines veneran a Cristo", agregó.
Además, acotó, "no está excluido en absoluto que, para el autor, los cristianos, lejos de aparecer como un blanco, deban ser considerados más bien como los engañados o las víctimas" de Cristo tal cual lo pinta el dramaturgo, "al igual, por lo demás, que los no cristianos".
En ocasión de su representación en Francia (en Toulouse en noviembre de 2011 y en París en diciembre de 2011), la obra dio lugar a manifestaciones de católicos tradicionalistas, que la consideraban blasfematoria y "cristianófoba".
Su estreno en París se hizo bajo protección policial.
"Afortunadamente, la justicia se dio cuenta de que no estamos en la Edad Media", declaró a la AFP Jean-Michel Ribes tras conocerse la decisión del tribunal.
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