Bautista se lleva el mano a mano con Castaño en Beziers

André Viard

Beziers (Francia), 17 ago.- El torero francés Juan Bautista salió triunfador del mano a mano que mantuvo hoy con Javier Castaño en Beziers, en el que los toros de Miura, complicados en su conjunto, fueron también actores relevantes en la función.

FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Miura, de gran alzada, complicados en conjunto, salvo el quinto que fue noble y se dejó torear.

Juan Bautista, ovación, oreja y oreja.

Javier Castaño, silencio, vuelta al ruedo y silencio.

La plaza tuvo tres cuartos de entrada.

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El primero de Juan Bautista, un toro grande y serio, fue noblote en el primer tercio antes de pararse y desarrollar peligro sordo. El francés lo lidió con solvencia y facilidad, antes de matarlo de estocada caída y escuchar una ovación.

El tercero fue un Miura que desarrolló peligro. Muy profesional, Bautista midió muy bien los tiempos en una faena de valor y cabeza. Mató de estocada algo caída y cortó su primera oreja.

El quinto, grande, serio y muy armado, fue noble aunque sin humillar nunca. Bautista se relajó y toreó muy a gusto en una faena de poder y temple. Hubo varias series muy hondas con ritmo y cadencia, demostrando una vez más el gran momento que atraviesa el torero arlesino.

Pinchó al recibir antes de dejar media estocada y de finiquitar con el descabello. Las dos orejas que se vislumbraban quedaron en una.

El primero de Castaño, grande y serio no humilló y tampoco "rompió". Lo intentó todo el hombre, animándole con la voz, pero no hubo manera.

El cuarto fue otro toro grande pero bravo en el caballo, al que Tito Sandoval picó de forma espectacular en cuatro encuentros, el último con el regatón. Adalid y Sánchez hicieron sonar la música en banderillas pero el toro llegó sin recorrido y tirando gañafones en la muleta.

Castaño lo intentó todo otra vez a lo largo de una faena de pundonor, pero pinchó dos veces antes de agarrar una media estocada. El puntillero levantó al toro, y el premio quedó en una vuelta muy festejada.

El sexto fue otro toro grande pero flojo, sin clase y sin humillar. Castaño lo intentó pero no había manera.