Boadella: Artistas deberían ser liberales y que cada uno espabile como pueda

  • El dramaturgo Albert Boadella defiende el arte libre y no "esclavo" de un "cliente" o espectador que sólo ve y oye aquello que le gusta y, por eso, considera que "los artistas deberían ser todos liberales", incluso en el sentido de que "cada uno se espabile como pueda".

Santander, 10 jul.- El dramaturgo Albert Boadella defiende el arte libre y no "esclavo" de un "cliente" o espectador que sólo ve y oye aquello que le gusta y, por eso, considera que "los artistas deberían ser todos liberales", incluso en el sentido de que "cada uno se espabile como pueda".

Albert Boadella participa en un curso de verano de la Universidad de Cantabria y de la Fundación Botín sobre emociones y creatividad, y en ese foro ha dicho que el teatro debe provocar un pensamiento y, fundamentalmente, "una mirada sobre el entorno que sea distinta a la oficial".

A su juicio, "no hay creatividad sin emoción" y, si un artista no es capaz de transmitir y provocar sensaciones, lo mejor sería "que se dedicara a otra cosa".

Para este autor y director, que confiesa que empezó a trabajar en teatro "por puro azar", esta disciplina está para aportar a la gente una visión de la realidad distinta de la que se vende y para desligar al individuo de la masa.

En su opinión, el artista no tiene que enseñar "sus tripas" al espectador sobre las tablas, sino que su función debería poder "catalizar las neuras ajenas", en una especie de "servicio generoso" al público.

Albert Boadella dice que al escribir y dirigir tiene "instinto guerrero" y le gusta el riego, y piensa que la libertad de un artista reside "en no ser esclavo del cliente" y a veces decir al espectador que se sienta en el patio de butacas lo que no quiere oír.

Por eso, según asegura, ha llegado a emprenderla contra los prejuicios y miedos de su público y ha "disparado" contra los tabúes "de los progres", lo que ha reducido la taquilla de alguno de sus espectáculos.

Albert Boadella enarbola en sus obras y en su trabajo la bandera del sentido del humor, porque "es la forma más civilizada que se conoce de reacción".

A su modo de ver, el humor es una forma de poner distancia y, además, constituye "un gran antídoto contra el fanatismo y el fundamentalismo".

Como motor del teatro y de la cultura en general, Albert Boadella se fía más de la sociedad civil, porque "hay más posibilidades de libertad".

Y es que, según advierte, cuando hay intervención de las administraciones del Estado y, sobre todo, en las que tienen que ver con la política, "se quiera o no se quiera" hay una tendencia "a girar las cosas hacia su propio beneficio".

"Yo creo que los artistas deberían ser todos liberales, en todos los sentidos, en el sentido de la libertad, e incluso en el sentido de que cada uno se espabile como pueda", manifiesta el dramaturgo.

Los momentos "convulsos" y "complicados" que está viviendo España deben verse, según el exdirector de Els Joglars, como "una buena situación".

"Lo que hasta ahora llamábamos sociedad del bienestar ha provocado mucho malestar en mucha gente, que ha tenido que tomar cantidades ingentes de 'Prozac' para quitarse la depresión", ha apuntado.

De hecho, Albert Boadella estima que actualmente se afronta "un momento formidable". "Nos ha pasado lo mejor que nos podía pasar: éramos una sociedad de mimados y ahora los mimados se han quedado sin el papá Estado y sin la mamá Administraciones, y yo creo que eso va a dar mucho que pensar a la gente", ha destacado.

En cuanto a sus proyectos, se ha referido a uno "cercano", con el actor Arturo Fernández, en una obra que se llama "Enseñando Don Juan".

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