Castro crea en "Mantis" una intriga gótica y mordaz sobre la alta cocina

  • Madrid.- Irónica, mordaz, gozosa, fresca. Estos son algunos de los adjetivos que se le pueden añadir a "Mantis", la segunda novela de la escritora y editora gallega Mercedes Castro, un relato gótico y de intriga con una drácula muy contemporánea, una gran burguesa, cocinera de éxito y postín, como protagonista.

Castro crea en "Mantis" una intriga gótica y mordaz sobre la alta cocina
Castro crea en "Mantis" una intriga gótica y mordaz sobre la alta cocina

Madrid.- Irónica, mordaz, gozosa, fresca. Estos son algunos de los adjetivos que se le pueden añadir a "Mantis", la segunda novela de la escritora y editora gallega Mercedes Castro, un relato gótico y de intriga con una drácula muy contemporánea, una gran burguesa, cocinera de éxito y postín, como protagonista.

"Yo quería escribir una novela gótica pero a lo Rebecca o doctor Jekyll y mister Hyde, un relato de intriga clásico, pero con contenido porque las novelas góticas de ahora con monstruos modernos adolecen de crítica social, de crónica del devenir de nuestro tiempo", explica a Efe Mercedes Castro (Ferrol, A Coruña, 1972).

"Los monstruos de hoy están descafeinados y hay muchos más de los lo que creemos, precisa la autora, y apunta que el otro título que barajaba para esta novela era: "Los motivos del lobo".

Y es que "Mantis", editada por Alfaguara, la segunda novela de Castro después de "Y punto", el libro al que dedicó nueve años de su vida y con el que se consagró, de entrada, como una narradora brillante que prometía muchas alegrías literarias, es una intriga trepidante que no deja títere con cabeza.

La protagonista del libro, Teresa Sinde, una famosísima chef, hija de otra afamada autora de libros de cocina, con un programa de TV y con un restaurante por donde pasa todo el que quiere estar a la última, esconde un poderoso secreto desde la infancia, aunque su imagen no tenga nada que ver con ello.

Así, Castro atiza con su humor corrosivo y pluma afilada y trepidante contra el mundo de las apariencias, de las dobleces y contra el mundo editorial. "Lo conozco bien yo edito también best-seller", advierte, y en este sentido escribe: siempre "dispuesto a encumbrar a la gloria literaria a una famosa del corazón iletrada o a un delantero centro semianalfabeto".

Pero también critica a las presiones de la mercadotecnia, los consejeros delegados, los "cool hunting", y, por su puesto, a todo lo que rodea la alta cocina, por "todo lo que tiene de apariencia y contradicción entre la creatividad y el negocio".

Recetas de cocina que abren capítulos con nombres como "Brotes de azul ultramar con labios de fresa confitados" o "Milhojas de librero anarquista al vino añejo, con esencia de cerveza, maría y sal", entre otros muchos, y que pueblan este relato por donde también pasan afilados cuchillos, aromas múltiples, deseos inconfesables, madres castradoras y un final sorprendente.

"La cocina siempre ha estado muy ligada a la mujer. Siempre ha sido un medio de expresión femenina que se pasaba de madres a hijas, pero los grandes cocineros son hombres, como pasa en el mundo editorial, donde la mayoría somos mujeres pero los consejeros delegados son hombres", sostiene la autora.

Porque Castro, bregada en el mundo editorial y la escritura desde muy joven, no es ajena a todo lo que pasa por su lado. Así, en "Mantis" hay múltiples guiños a canciones, libros, películas, series televisivas, y a los cuentos clásicos.

Un texto escrito con lenguaje torrencial y lleno de ritmo -Castro también es poeta, con títulos como "La niña en rebajas" y autora de cuentos infantiles y "por encima de todo lectora empedernida"-, con mucha intriga psicológica incluida.

"Esta novela la tenía en mi cabeza durante años incluso cuando estaba escribiendo 'Y punto', pero en escribirla he tardado dos años. Un tiempo robado al sueño nocturno y a la crianza de una pequeña".

"Ojalá la gente disfrute leyéndola, porque yo me he divertido mucho escribiéndola, aunque también ha sido un trabajo duro", precisa esta autora que quiere "romper los convencionalismos de los géneros".

Y una segunda novela en el haber de esta autora que añade aire fresco y renovador al panorama literario y con una primera página que comienza con un contundente: "Esto funciona así: tú te dejas ver y ellos se dejan comer".

Carmen Sigüenza

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