Cebrián: a García Márquez le fascinaba el poder como elemento literario

  • Un personaje entrañable, con cierta timidez, muy bondadoso, gracioso, simpático y glotón. Así define el presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián, a Gabriel García Márquez, el escritor colombiano fallecido ayer al que "le fascinaba el poder como elemento literario".

Madrid, 18 abr.- Un personaje entrañable, con cierta timidez, muy bondadoso, gracioso, simpático y glotón. Así define el presidente ejecutivo de Prisa, Juan Luis Cebrián, a Gabriel García Márquez, el escritor colombiano fallecido ayer al que "le fascinaba el poder como elemento literario".

Cebrián, amigo personal de Gabo, ha recordado hoy al escritor en una faceta más personal, que conoció durante la participación del autor de "Cien años de soledad" en la escuela de periodismo de El País.

Ambos tenían sus "ritos", rememora Cebrián, como era cenar la primera noche que Gabo llegaba a Madrid en el tradicional restaurante "Casa Lucio".

Le gustaba comer "y comer bien", cuenta Cebrián, antes de definir al escritor como un hombre que "disfrutaba con la vida", "muy amigo de sus amigos" porque para él la amistad "tenía un valor profundo".

Un "ser humano entrañable" y un "conversador interminable". Tanto era así, que las charlas de sobremesa se prolongaban horas y horas, asegura Cebrián en declaraciones a Efe.

Y entre sus amigos, Fidel Castro. Pero también el general panameño Omar Torrijos, el expresidente de EEUU Bill Clinton, el exjefe del Ejecutivo español Felipe González o el expresidente chileno Ricardo Lagos.

Porque a Gabo, resalta Cebrián, le fascinaba un poco el poder y los poderosos como elemento literario.

Muchas críticas recibió el escritor colombiano por su amistad con Fidel Castro y por su defensa de la dictadura cubana, incluida las de Cebrián, pero para García Márquez la amistad "tenía un valor profundo". Además, dice el presidente ejecutivo de Prisa, vio en el inicio de la revolución cubana una imagen de liberación de América Latina.

Fue consciente de la "deriva" dictatorial del régimen castrista y de las renuncias a los principios revolucionarios, pero utilizó su amistad con Castro para hacer "muchos servicios", como la liberación de muchos presos políticos en Cuba.

Cebrián califica a Gabo como el escritor en lengua castellana más importante del siglo XX y, junto con Cervantes y Lope de Vega, de toda la historia de la literatura en español.

García Márquez fue el autor más representativo del llamado "boom" latinoamericano y creador del realismo mágico, recuerda Cebrián, para quien, sin embargo, su mayor logro fue poner la literatura en español en el terreno universal justo en un momento en el que los escritores españoles estaban en un "gueto" por razones políticas y no eran reconocidos.

"Ayudó mucho a los entonces jóvenes escritores", fue un "maestro" y defendió el periodismo como género literario. Algunos de sus mejores libros son reportajes periodísticos, resalta Cebrián.

Si tiene que elegir una de las obras de su amigo, Cebrián se queda con "Cien años de soledad", que es "El Quijote" del siglo XX, y con "El amor en tiempos de cólera".

Precisamente, este último era el libro del escritor colombiano preferido del expresidente del Gobierno Adolfo Suárez, recientemente fallecido.

Cuenta Cebrián que el escritor le pidió que le presentara a Suárez y los tres mantuvieron en varias ocasiones, casi también como un rito, sobremesas "muy amenas e interesantes".

En la primera cita, Suárez llegó el primero. Cebrián le presentó a Gabo como el autor de "'Cien años de soledad', el Quijote del siglo XX", pero el expresidente del Gobierno respondió: "El Quijote del siglo XX es 'El amor en tiempos de cólera".

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