"Cecil y Jordan en Nueva York", un viaje por la vida de Gabrielle Bell

  • Madrid.- Si el acceso de la mujer al mundo del cómic es un hecho, Gabrielle Bell encarna uno de los mejores ejemplos. La autora estadounidense posee un estilo cálido y atractivo, trufado de historias personales como las que ha reunido en su nuevo trabajo, "Cecil y Jordan en Nueva York".

Madrid.- Si el acceso de la mujer al mundo del cómic es un hecho, Gabrielle Bell encarna uno de los mejores ejemplos. La autora estadounidense posee un estilo cálido y atractivo, trufado de historias personales como las que ha reunido en su nuevo trabajo, "Cecil y Jordan en Nueva York".

"Son pequeñas historias autobiográficas, otras ficticias y, por último, algunas que se sitúan entre ambos extremos, pero todas se encuentran muy inspiradas en mi vida y en la de la gente que me rodea, incluyendo los momentos en que hablo de mis fantasías", explica Bell en una entrevista con Efe.

Lejos de ocultarse, la ilustradora protagoniza cuatro de los relatos. "Supongo que son los más íntimos. 'Pégame' tiene algunos elementos ficticios, pero sólo son pequeños añadidos para mejorar la fluidez de la historia", señala.

La autora dibuja un fresco de la angustia vital, del sentimiento de incertidumbre que envuelve a los jóvenes occidentales, incapaces de encontrar su lugar en el mundo por más que lo intenten. "Quería extraer un poco de verdad de un lugar que desconozco. Trataba de expresarlo todo y nada al mismo tiempo", asegura Bell, nacida en Londres en 1976.

"Estamos sumergidos en una sociedad muy individualista, en la que nos preocupamos mucho más por nosotros mismos y mucho menos por nuestra familia o nuestra comunidad. Los jóvenes y los ancianos tienen motivos para sentirse abandonados", opina.

"Cecil y Jordan en Nueva York" (La Cúpula) mezcla historias en color con otras en blanco y negro, resultado de los diferentes encargos que recibió la dibujante. "Es un libro compuesto por relatos que salieron en diferentes antologías, y en cada una me pedían un estilo distinto", recuerda.

Alabada por sus textos, Bell disfruta más con la creación gráfica. "El dibujo me resulta muy entretenido, pero crear las historias es más importante. Es una sensación muy gratificante, pero conviene recordar que, en ocasiones, te hace sentir muy frustrada y abatida", confiesa.

El papel femenino en el cómic se ha incrementado notablemente en los últimos años, una realidad que no escapa a los ojos de Bell. "En Nueva York somos un montón de autoras, pero la tradición sigue ridículamente dominada por los hombres. Las mujeres tienen que trabajar mucho más duro para demostrar su valía", critica.

De carácter inquieto, la ilustradora ha empezado a desarrollar una nueva faceta artística. "Es sólo un hobby, un pequeño ejercicio, pero me encanta la sensación que experimento al pintar. Mis cómics no eran más que un simple experimento... hasta que se convirtieron en algo más serio. Me gustaría que eso se repitiera con mis pinturas", afirma.

Tampoco le faltan nuevos proyectos en el terreno de la historieta, ya que la autora prepara en estos momentos su primera novela gráfica. "Siempre he considerado que mi fuerte son las historias cortas, y ese es el formato que estoy adaptando al libro: relatos cortos que conforman una estructura más larga", anuncia.

Julio Soria.

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